Bodega K5, cuya cara visible y más mediática es el cocinero Karlos Arguiñano, tiene nuevo txakoli: K Pilota. Su nombre es todo un homenaje a la pelota, deporte vasco por excelencia y la K, como no podía ser de otra manera por el nombre de la propia bodega. El televisivo Arguiñano menciona que está hecho «con  la uva autóctona Hondarribi Zuri 100% de los viñedos jóvenes, es la nuestra de toda la vida y lo ha cocinado nuestro enólogo Lauren Rosillo«.

K Pilota constituye la nueva apuesta de Bodega K 5, un proyecto de Karlos Arguiñano junto a otros socios que arrancó en el año 2005, con instalaciones diseñadas por los arquitectos Alonso & Balaguer y que pertenece a la Denominación de Origen Getariako Txakolina. De K Pilota el propio Arguiñano dice que es «un vino fresco, joven y alegre«.

Tecnovino K Pilota txakoli Arguinano 2
El moderno edificio de Bodega K 5 está diseñado por los arquitectos Alonso & Balaguer.

Tras su buque insignia, K5, se han decidido por K Pilota, un homenaje a la pelota vasca donde se busca un gran relación calidad-precio. En palabras del cocinero: «un vino más, pero bien hecho y con futuro, que no sea que pase un año y ya no sirva; como el K5 va a ir mejorando año tras año en botella y eso no se había hecho todavía en Euskadi con el txakoli y lo estamos consiguiendo. Es un gran logro para el vino vasco«.
Tecnovino K Pilota txakoli Arguinano 1
Una imagen de K Pilota durante su presentación en el Frontón Bizkaia de Bilbao.

A la búsqueda de un enólogo

Con una crianza de al menos 5 meses sobre sus lías en depósitos de acero inoxidable a temperatura controlada K Pilota es un vino que lleva la firma del enólogo Lauren Rosillo. Así cuenta Arguiñano cómo comienza su relación: «Con mis socios decía nosotros hemos comprado el monte, montado la bodega y nos mirábamos a la cara y decíamos, ¿quién va a cocinar el vino?», sonríe. «Acudimos a alguien como Lauren Rosillo, uno de los grandes enólogos que hay en España, vinculado a Finca Valpiedra y Finca Antigua, es decir que hace millones de litros de calidad que se venden por todo el mundo. Y estamos muy contentos».

Tecnovino K Pilota txakoli Arguinano 3
Lauren Rosillo y Karlos Arguiñano, cómplices y «culpables» del lanzamiento del txakoli blanco K Pilota.

Lauren Rosillo: «El vino sigue muy ligado a la tierra y eso tenemos que preservarlo… que continúe vinculado al minifundio, al trabajo artesanal y a un producto sano».

Y el punto de vista del enólogo es este: «Karlos empezó en 2009 con este proyecto, como conocía mucho Finca Antigua y le gustaban los vinos me llamó… Y la idea que yo tenía del txakoli es la de todo el mundo: insípido, agrio… Pero me lancé porque es al revés, porque tiene más extracto que un Verdejo o un Viura. Por eso digo que nuestro progreso ha sido el regreso, el volver a creer en la variedad. En 2010 Arguiñano quería hacer una cosa seria y para mi fue un reto».
Sobre su relación laboral con Arguiñano añade: «llevo cerca de ocho años con él, no tengo más ayuda de otros enólogos o más técnicos, trabajo directamente en el viñedo y estoy contento y presumo de que K5 es el mejor blanco que hago, con capacidad de envejecimiento», así de claro.

K Pilota visto por su enólogo, Lauren Rosillo

«K Pilota tiene una vocación de envejecer tres o cuatro años al menos» explica Rosillo. «Procede de viñedos más jóvenes y tras su crianza sobre lías de cinco o seis meses, las lías le enriquecen de manoproteínas, le agrandan la boca y sobre todo lo hacen muy longevo: no tanto como K5, pero en tres o cuatro años seguro que va a estar muy rico». Lo considera «un vino más de poteo, del momento«.
Tanto de K5 como de K Pilota recalca que resultan «vinos digestivos, tan naturales, muy gastronómicos«. Para el enólogo «como son tan frescos y tienen tan buena acidez maridan muy bien con muchos platos. Son vinos para disfrutar, de los que tenemos que estar orgullosos para salir a vender fuera».

Tecnovino K Pilota txakoli Arguinano 4
Hondarribi Zuri, la uva uva autóctona con la que elabora el txakoli K Pilota de Bodega K 5.

Un vino de la tierra frente a la globalización creciente

K Pilota es un txakoli de su tierra. El viñedo está en la localidad de Aia (Gipuzkoa), a 300 m de altura sobre el Cantábrico y el suelo y el clima lo moldean. Rosillo defiende este aspecto sobre todo: «Del vino si algo tenemos que intentar evitar es la globalización, que el vino siga ligado a las familias, a las pequeñas fincas, no como ocurre en otras bebidas como es el caso de la cerveza que en el mundo la controlan cuatro. Sin embargo, el vino sigue muy vinculado a la tierra y eso tenemos que preservarlo, este con estas características, otro con otras, pero que continúe vinculado al minifundio, al trabajo artesanal y a un producto sano«.

Tecnovino K Pilota txakoli Arguinano 5
La presentación del txakoli estuvo ligada al deporte de pelota.

Notas de cata de K Pilota y sugerencias de maridaje

Fase visual
Brillante, limpio y cristalino, de intensidad media, con color amarillo verdoso pálido y destellos alimonados.
Fase olfativa
Intensidad alta con notas de manzana reineta y claras notas minerales propias del terruño. Destacan las notas de flores blancas como la manzanilla y los frutos cítricos como el pomelo y la lima.
Fase gustativa
Su gran volumen en boca lo convierte en un vino redondo y glicérico sin perder el carácter fresco y atlántico de los txacolís.
Sobre su maridaje Bodega K5 lo considera ideal para aperitivos y comidas ligeras: tapas, sushi, mariscos, pescados y carnes blancas.
Dirigido a la hostelería y con un precio que ronda entre los 6-7 euros, ¿quién quiere probar el nuevo vino de la Bodega K 5?
¿Interesado en este txakoli? Contacto aquí >>
 

K PILOTA from Bodega k5 on Vimeo.