/p>>La bodega de la familia Rabetllat i Vidal afianza su presencia en el mercado exterior y amplía su oferta enoturística.

Finca Ca N'Estella
Finca Ca N’Estella acaba de inaugurar en sus instalaciones esta sala con capacidad para 80 personas, perfecta para la celebración de reuniones de trabajo o fiestas familiares

Finca Ca N’Estella encara el presente ejercicio con buenas expectativas exportadoras. Así, a los tradicionales clientes de vino español en el extranjero como Bélgica, Alemania, Japón, Estados Unidos, Gran Bretaña, Polonia o Suecia, esta bodega de la D.O. Penedès suma también algunos de los nuevos mercados del vino como China, Rumanía o Liberia. Y, entre todos estos países, esta empresa familiar, que dio sus primeros pasos en 1989, está especialmente orgullosa de lo conseguido en Japón, un mercado en el que su vino está bien posicionado distribuyéndose ya en 37 puntos de venta.
Junto a la exportación, el enoturismo constituye otra de las apuestas estratégicas de los hermanos Rabetllat, propietarios de la bodega. Y es que la masía original de 1800, que preside el viñedo y aloja las instalaciones de elaboración y crianza, es el centro también del programa enoturístico de la compañía, inaugurado en 2011, y que ofrece distintas actividades creativas –la cata a oscuras dentro de un lagar antiguo, por ejemplo– que atraen a un público cada vez más amplio. De hecho, el año pasado Finca Ca N’Estella recibió la visita de 3.000 enoturistas. Para seguir avanzando en esta línea de negocio que permite dar a conocer los vinos elaborados y crear imagen de marca, la bodega acaba de abrir una nueva sala con capacidad para 80 personas, decorada con un carácter muy personal y cálido, y destinada a la celebración de reuniones familiares o de negocios.
Por otro lado, los hermanos Rabetllat, que ya en su día apostaron por el modelo de agricultura integrada en sus viñedos y su finca de 35 Ha, se encuentran trabajando actualmente en la obtención de la certificación ecológica, un reto que tienen previsto conseguir en 2018.