Fieles a su cita anual, en enero ven la luz los más frescos de Príncipe de Viana: el Rosado Garnacha, y el Chardonnay Fermentado en Barrica. Dos vinos que anticipan la primavera.

En cada botella de estos dos vinos de Príncipe de Viana se combinan las características climáticas del año, el carácter del terruño y el propio trabajo en bodega.

Príncipe de Viana blanco y rosado 2015

Los enólogos de Príncipe de Viana explican que las temperaturas durante el período de maduración fueron idóneas para la correcta maduración de variedades blancas, por las temperaturas más frescas en julio y agosto. 2014 fue un muy buen año para los vinos blancos, gracias a la maduración más lenta y la gran inversión térmica en este período.

El resultado son vinos de mayor concentración de fruta respecto al 2013, lo que en Príncipe de Viana Chardonnay 2014 se traduce en su gran frescura y riqueza de aromas cítricos y florales, menos tropicales. El paladar presenta buena acidez y gran persistencia de sabores.

Las temperaturas más cálidas de septiembre y octubre fueron idóneas para la maduración de las variedades tintas. «2014 fue muy buen año para quien tuvo paciencia y pudo esperar hasta conseguir la correcta maduración de las uvas», explican los enólogos. Así, Príncipe de Viana Rosado Garnacha 2014 es fresco y afrutado, con una buena acidez y un gran equilibrio en boca, sedoso y redondo».

Dos vinos que pretenden lograr la misma buena acogida y críticas positivas, como en años anteriores.