El nuevo proyecto de Viña Moraima, Moraima Caíño 2013, se presentó el 18 de septiembre. Se trata de un vino tinto monovarietal 100% caíño de la Denominación de Origen Rías Baixas en una apuesta por recuperar el viñedo local.

La bodega Viña Moraima, S.Coop.Gal. realizó el 18 de septiembre la presentación de su nuevo vino amparado bajo la Denominación de Origen Rías Baixas: Moraima Caíño. El lugar escogido para dar a conocer su primer tinto, fue el Pazo da Crega en Barro (Pontevedra), cerca de la sede de la bodega, donde se dieron cita unas 150 personas de los más variado ámbitos, todas ellas vinculadas de una u otra manera al mundo del vino.

Moraima Caíño 2013

El primer vino tinto de Viña Moraima es un vino monovarietal 100% caíño tinto amparado por la Denominación de Origen Rías Baixas, del que solamente llegarán al mercado, en esta primera cosecha, 2229 botellas, resultado de un gran esfuerzo de recuperación de viñedo local, en algunos casos centenario. En palabras de Roberto Rivas, Vicepresidente de la cooperativa, la elaboración de un caíño era una deuda pendiente con Barro, donde tradicionalmente ha sido el vino más reconocido por su calidad y la necesidad de un delicado cultivo y posterior vinificación.

Presentación de Moraima Caíño

La encargada de dar la bienvenida a los asistentes al acto fue Salomé Cancela, una de las socias fundadores; quien agradeció su presencia en lo que consideró un hito histórico para la pequeña cooperativa. En su intervención, quiso reconocer la labor de Roberto Taibo y Cristina Yagüe, enólogos colaboradores de la bodega desde hace 3 años, y padres de la elaboración; con una mención especial para los antepasados que tiempo atrás, plantaron y cuidaron los viñedos, haciéndolos llegar hasta nuestros días, y sin los cuales no sería posible Moraima Caíño.
Por su parte, otro de los socios primitivos, Gonzalo Reboredo, realizó un pequeño repaso por la aún corta vida de la cooperativa de cosecheros de Barro; haciendo especial hincapié en la fuerte apuesta de Viña Moraima por las elaboraciones diferenciadas, pilares fundamentales de que hoy se encuentren en su mejor momento de expansión nacional e internacional. “Si os gusta Moraima Caíño, llevad el nombre de Barro por el mundo”, acabó diciendo.

A las cuestiones más técnicas sobre el cuidado del viñedo y proceso de elaboración de Moraima Caíño, se refirió Cristina Yagüe; quien destacó que se encontrara con una variedad autóctona, con cepas viejas, incluso centenarias, y que en el proceso de vinificación se ha intentado respetar al máximo su carácter varietal.
El acto oficial acabo con una pequeña cata dirigida por la reconocida sumiller Mercedes González, quien quiso sumarse a este pequeño homenaje al caíño tinto, que comenzó invitando a los asistentes a probar uvas de racimos recogidos esa misma tarde.
Durante el evento, que se dilató hasta altas horas de la noche, los asistentes también pudieron degustar los dos blancos también de la D.O. Rías Baixas de la bodega: Aba de Trasumia y Moraima Albariño.