Ayudar a los productores de vino a medir los parámetros clave del viñedo, este es uno de los principales objetivos del proyecto de investigación europeo Vinescout que ha desarrollado un robot para la monitorización del viñedo. El nuevo prototipo presentado permite de forma autónoma obtener un mapa de la parcela con datos de muestreo que pasan de las 20 medidas/hora de un método tradicional a los más de 3.000 datos/hora obtenidos por el robot.


Un consorcio de investigación europeo liderado por la Universidad Politécnica de Valencia UPV trabaja en un robot autónomo de monitorización de viñedos en el marco del proyecto Vinescout. Después de casi dos años de trabajo, el consorcio ha presentado en Portugal el nuevo prototipo del proyecto, un robot que mejora notablemente las prestaciones de su antecesor.

Tecnovino Vinescout
El sistema de navegación autónomo le permite al nuevo prototipo moverse más rápido y seguro por las hileras de las vides

El objetivo de este robot es ayudar a los productores de vino a medir los parámetros clave del viñedo, incluida la disponibilidad de agua (estado del agua de la vid), la temperatura de la hoja/copa de la vid y el vigor de la planta.

En el ámbito agrícola, la recogida de la uva debe llevarse a cabo en su punto exacto de maduración pero, además, la planta necesita disponer de un aporte de agua adecuado durante su desarrollo para que el vino acabe teniendo las propiedades que demandan los consumidores.

Más de 3.000 datos/hora en tiempo real

El control de esos parámetros tan importantes para el viticultor no suele hacerse en el campo debido a las complicaciones existentes y el elevado coste de las cámaras de presión que miden el potencial hídrico in situ.
«Ello impide que el viticultor y el enólogo tengan acceso a información completa y fiable durante los ciclos de crecimiento y maduración de la vid, de forma regular y en tiempo real. De esta forma, la mayoría de los productores no utilizan datos que podrían ayudarles a optimizar el manejo de su viña y, en última instancia, a influir en la calidad del vino que producen», explica Francisco Rovira, director del Laboratorio de Robótica Agrícola (ARL) de la UPV.

Según destaca Rovira, coordinador del proyecto europeo, «nuestro robot permite un muestreo intensivo, pasando de 20 medidas por hora utilizando el método tradicional, a más de 3.000 datos por hora sin que el usuario tenga que esforzarse para conseguir las medidas. Al final, el productor obtiene un mapa de su parcela con datos que le dan idea de cuándo activar el riego si dispone de él en ella, o de la fecha de la vendimia, así como de la distribución de las plantas más productivas de su viñedo».

Mejoras del nuevo prototipo

Entre las principales novedades del nuevo prototipo, cabe señalar la mejora de la navegación autónoma haciendo más robusto el sistema, que ahora combina visión 3D con LiDAR y sensores de ultrasonidos (sónar).

A su vez, se ha perfeccionado también la inteligencia artificial incorporada, lo que se traduce en una conducción más precisa, tanto en el guiado dentro del viñedo como en los giros para cambiar de fila.
Verónica Saiz, investigadora del Laboratorio de Robótica Agrícola (ARL) de la UPV y project manager del proyecto, afirma que «el sistema de navegación autónomo ha mejorado mucho, lo que significa que el vehículo puede moverse más rápido y con mayor seguridad a lo largo de las hileras de vides, manteniendo la misma capacidad de recopilación de datos».

La navegación automática nocturna permite al robot generar mapas también por la noche, ampliando así su capacidad de trabajo

En cualquier caso, destaca por encima del resto de novedades la navegación automática nocturna, que permite al robot generar mapas también por la noche, ampliando así su capacidad de trabajo. Esta opción ha sido probada este verano durante los ensayos de campo en el viñedo portugués.

«El robot se comporta igual de noche que de día y es capaz de generar los mapas automáticos del estado térmico», añade Verónica Saiz. Además, el robot incorpora una cámara multiespectral para la medida del vigor a través de varios índices vegetativos.

Por último, indicar que también el aspecto externo se ha modificado respecto al prototipo anterior. «Ahora el robot es más compacto, ágil y está más protegido para un ambiente hostil como el del campo. Además, incorpora baterías de litio, que son más ligeras y, por tanto, más fácilmente intercambiables, y garantizan energía para, como mínimo una jornada de trabajo», añade Andrés Cuenca, otro de los investigadores del ARL-UPV.

«Ahora teniendo ya los primeros mapas automáticos de temperatura y vigor de la planta, generados por el robot con un sensor infrarrojo y una cámara multiespectral, en tiempo real», el siguiente paso, según Rovira, «es comparar si estos mapas tienen buenas correlaciones con los obtenidos con los métodos manuales. Si es así, se tendrá un sistema de monitorización automático mucho más efectivo y práctico para los viticultores y enólogos».

Además de la UPV, participan en el proyecto el grupo de investigación Televitis de la Universidad de La Rioja, la compañía francesa Wall-Ye SARL, la británica Sundance Multiprocessor Technology Ltd, y la portuguesa Symington Family Estates. Fue precisamente en los viñedos de Quinta de Ataíde, propiedad de esta empresa lusa, donde se realizaron las pruebas del prototipo y la demostración oficial del segundo año del proyecto.