Una jornada sobre asesoramiento en nutrición y riego en la vid, reunió a más de un centenar de cooperativistas y viticultores que abordaron recomendaciones clave para mejorar la competitividad y la eficiencia del viñedo en Castilla-La Mancha. Durante la Jornada se dio a conocer la eficacia de Vintel, un programa informático que permite modelizar el estrés hídrico de la planta a lo largo del estado fenológico. Además se apuntó que la nutrición actual no debe separarse de la aportación hídrica.

Tecnovino riego y nutricionMás de un centenar de viticultores y cooperativistas de Castilla-La Mancha asistieron el pasado 1 de febrero a la celebración de las Jornadas Asesoramiento en riego y nutrición de la vid, organizada por Cooperativas Agro-Alimentarias y el patrocinio de Liberbank.
Las instalaciones del Instituto Regional e Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal (IRIAF) de Tomelloso acogieron numerosos expertos que trataron las claves de cómo optimizar el riego en la vid a través de tecnologías accesible y cómo mejorar la nutrición de esta planta con ponentes y casos de éxito de ámbito internacional.
Durante la jornada expertos a nivel nacional e internacional, entre ellos, José María Tarjuelo, Director del CREA de la Universidad de Castilla-La Mancha; Miguel Urrestarrazu, Catedrático de la Universidad de Almería; o expertos a nivel internacional como el francés Marc Gelly o Xavier Rius, abordaron nuevas técnicas, estudios y sus experiencias para mejorar la vid en riego y nutrición.

Herramientas para mejorar el riego en la vid

Entre las nuevas herramientas para mejorar el riego en la vid se dio a conocer el plan de trabajo realizado durante 2016 y 2017 con Vintel, un programa informático, que permite modelizar el estrés hídrico de la planta a lo largo del estado fenológico e indicarnos si está dentro de los rangos óptimos, y por tanto si es necesario o no aportar agua y en qué medida para conseguir dichos rangos.
Según explicaba Marc Gelly, esta herramienta, cuya experiencia se está llevando a cabo de la mano de Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha en algunas cooperativas de la región desde hace dos años, “se utiliza sin sensores pero con datos de las parcelas e indica al viticultor qué cantidad de agua tiene que aplicar. Sigue esta necesidad desde el brote hasta la caída de hoja y parametriza el estrés hídrico durante todo el año. Es muy fácil de instalar, pues no hay instalación en el campo, y su coste es muy económico, entre los 200 y 300 euros.
Otra de las conclusiones en materia de nutrición de la vid es que la nutrición actual no debe separarse de la aportación hídrica, por lo que se debería de hablar de la  fertiirrigación, entendiendo que en cada una de las aportaciones de agua, la gota aportada debe de mantener un equilibrio de los nutrientes que contiene en base a las necesidades que en ese momento necesita la viña.
Conocer nuestro suelo es esencial para saber dónde están nuestras raíces y poder así tratar mejor la vid y regarla y nutrirla de manera óptima para conseguir una uva de más calidad y de la manera más eficiente”, señalaba Xabier Rius, Ingeniero Agrónomo, colaborador de Agromillora y experto internacional en viñedo y viticultura de precisión. Esta sentencia tan sencilla marcará el trabajo a desarrollar en cada una de las viñas, “y lo que es puro sentido común, en ocasiones se nos olvida, porque el resto, es aplicar los mejores nutrientes y dar a la planta el agua justo que necesita en cada momento, apuntaba Rius.
Tal y como comentó José Luis Rojas, director de Cooperativas Agro-alimentarias, el objetivo de realizar esta Jornada fue “aportar dos estrategias para optimizar el riego y la nutrición de la planta y así obtener una uva de calidad para poder elaborar un mejor vino que aporte más valor añadido a los socios”.