Dominio Dostares es una de las bodegas que más viñedo centenario de la variedad Prieto Picudo ha recuperado en León. Realiza la poda y vendimia de forma manual, que se consideran más laboriosas debido al porte rastrero que presentan sus cepas, de cabeza semienterrada y con sarmientos que se extienden al nivel del suelo. Curiosidad que ha suscitado el interés del programa de TVE «Aquí la Tierra».

Tecnovino Dominio DostaresLa poda rastrera de los viñedos centenarios de la variedad Prieto Picudo es una de las más complejas de llevar a cabo. El programa: «Aquí la Tierra» de TVE ha estado en Dominio Dostares y ha sido testigo de esta dificultad en una zona donde también las condiciones climáticas hacen más dura esta tarea que se inicia en la viña en pleno invierno.
Dominio Dostares, la bodega leonesa de Dominio de Tares, es una de las que más viñedo centenario de Prieto Picudo ha recuperado en la zona de Pajares de los Oteros (León) y para ello ha sido muy importante la labor realizada durante la época de poda.

En estos meses de invierno y durante la parada vegetativa de la viña se lleva a cabo la poda rastrera, única de esta zona de León. Primero se pasa el arado entre las cepas, que están a la altura del suelo, para descubrir la planta y poder podar

En estos meses de invierno y durante la parada vegetativa de la viña se lleva a cabo la poda rastrera, única de esta zona de León. Primero se pasa el arado entre las cepas, que están a la altura del suelo, para descubrir la planta y poder podar.
Como comenta Rafa Somonte, director técnico de Dominio Dostares, “para realizar la poda rastrera es muy importarte tener acceso a esa madera. Son viñedos centenarios con su sistema tradicional de cultivo característico, de los que quedan muy pocos en la comarca. La poda es fundamental para mantener la calidad de las uvas.

Tecnovino Dominio Dostares
La cabeza de las cepas está semienterrada y con sarmientos que se extienden al nivel del suelo

Dominio Dostares protege y potencia la variedad autóctona Prieto Picudo en León. Dedica todos los esfuerzos y mimos para mantener un paraje único y preservar esta variedad casi extinta a finales del siglo XX, que se caracteriza, como su nombre indica, por sus peculiares racimos pequeños y compactos.
La bodega cuenta con un patrimonio vinícola de valor incalculable, 12 hectáreas a 850 m. de altitud, de viñedo centenario en propiedad que requiere cuidados basados en métodos tradicionales de cultivo, con una poda y vendimia manual, especialmente laboriosas debido al porte rastrero de sus cepas, de cabeza semienterrada y con sarmientos que se extienden al nivel del suelo.