Bodegas La Horra presenta sus nuevas añadas Corimbo 2022 y Corimbo I 2018, reflejo de la riqueza y matices de la Ribera del Duero. La bodega, diseñada por Carme Pinós, combina sostenibilidad, arquitectura de vanguardia y vinos de gran frescura y elegancia.
Tras la inauguración de su nueva bodega firmada por la Premio Nacional de Arquitectura Carme Pinós a principios de verano, Bodegas La Horra presenta las nuevas añadas de sus vinos Corimbo 2022 y Corimbo I 2018, dos versiones de un mismo paisaje que demuestran la riqueza y matices de la Ribera del Duero más pura, con la elegancia y texturas únicas.

Una bodega sostenible integrada en el paisaje
Los vinos Corimbo reflejan el respeto por el entorno, que se plasma en un viñedo cultivado siguiendo las líneas de la viticultura ecológica y en una bodega sostenible integrada en el paisaje. Además, la inversión en I+D+i forma parte del día a día de la bodega, pues desarrolla en la actualidad varias líneas de investigación, como los estudios sobre la percepción de la tanicidad en los vinos o sobre los métodos de extracción para evitar la astringencia. Sin olvidar el proyecto para recuperar la biodiversidad de la tinta del país en el entorno de La Horra, con el que Bodegas La Horra comenzó, hace más de una década, a buscar, seleccionar y recopilar material vegetal entre las mejores viñas viejas de tempranillo de Ribera del Duero, con el que ha creado una colección singular, que recoge y preserva la riqueza y personalidad de esta variedad.
Los vinos Corimbo se rigen por tres conceptos básicos: la apuesta por la frescura evitando sobremaduraciones, la realización de una extracción muy cuidada para favorecer la finura del tanino y el rechazo al exceso de madera, creando esa textura única de la que participan todos los vinos de la bodega.
Corimbo 2022, un vino ecológico, directo y frutal
Certificado como ecológico desde la añada 2020, Corimbo 2022 refleja el lado más frutal y elegante de la Ribera burgalesa, un vino de frescura inusitada pese a ser el fruto de una añada especialmente calurosa y seca. El invierno fue frío y seco, mientras que la primavera, aunque fría, trajo buenas precipitaciones, llegando la brotación de manera tardía y tímida, pero el calor de mayo y junio hizo que al final se adelantara. El verano fue muy caluroso, llegando a superar los 40ºC en julio, y con una ausencia total de lluvias. Sin embargo, a pesar de la sequía y el calor, sorprende la frescura de los vinos de esta añada.
Corimbo 2022 es un vino muy intenso a nivel aromático, destacando la fruta roja, madura y fresca al mismo tiempo, junto a una madera muy bien ensamblada. Resulta especialmente sorprendente su frescura en una añada tan cálida como la 2022, dando lugar a un vino directo, frutal, con sus características notas de hierbas aromáticas del entorno y recuerdos minerales de sus suelos calizos. En boca vuelve a estar presente la fruta roja (cerezas), además de la negra (moras), con las notas de la crianza muy sutiles e integradas, destacando un tanino vivo y bien pulido. Un vino elaborado para ser disfrutado, largo y muy placentero.
El precio por botella es de 25 euros.
Corimbo I 2018, un vino con muy buena intensidad
Corimbo I, elaborado con tinta del país de sus viñedos más viejos, es fruto de una selección de las mejores parcelas de La Horra, plantadas en vaso y con una edad de más de 60 años. Una selección exquisita, que atesora la esencia de la tinta del país burgalesa y cuya especial textura en boca, que aúna su indudable raza ribereña con un tanino delicado, fresco y fino, marca una personalidad propia, muy reconocible.

La cosecha 2018 fue una añada fría y lluviosa, que dio lugar, a nivel general, a vinos muy aromáticos, expresivos y frutales, con una frescura sobresaliente. El invierno y la primavera fueron muy fríos y lluviosos, lo que ayudó a que la viña brotara en sus fechas habituales, aunque con algunas heladas que produjeron daños moderados. A final de junio subieron las temperaturas y tanto el número de racimos como el cuajado auguraban una cosecha abundante. El verano fue frío y seco, pero la viña contaba con buenas reservas de agua en el suelo. En el inicio del otoño hizo más calor de lo habitual. La maduración fue muy buena en los viñedos viejos, con producciones equilibradas. La vendimia comenzó el 21 de septiembre y se alargó hasta el 16 de octubre.
Corimbo I 2018 es un vino de muy buena intensidad desde la copa, contando con una nariz sutil, delicada y fina, en la que destacan las notas frutales (ciruela, mora, cereza y guinda) y una estupenda armonía. La madera, impecablemente ensamblada, sirve de soporte para sostener todas esas sensaciones que nos llevan de manera directa al paisaje de pinos y hierbas aromáticas que rodean la bodega. En boca sabe llevar al terreno de la delicadeza y la finura su indudable volumen, gracias a una poderosa fruta y a un tanino perfecto, fino y fresco. Aparecen también al fondo las sensaciones minerales de sus suelos calizos. El conjunto es el de un vino muy bien terminado, firmado por esa elegancia especial que surge de añadas frescas.
El precio por botella es de 50 euros.
Nueva bodega sostenible
Bodegas La Horra, situada en Ribera del Duero, inauguró el pasado mes de junio su nueva bodega. Proyectada por Carme Pinós, Premio Nacional de Arquitectura, bajo criterios de sostenibilidad, está perfectamente integrada en el paisaje e inspirada en la arquitectura tradicional de las bodegas de la zona. La nueva bodega, que comenzó a edificarse en 2023 y en la que ya se elaboró la añada 2024 de Corimbo, supone la consolidación del proyecto de Bodegas La Horra, que empezó su andadura en 2009.
En su nueva bodega, Bodegas La Horra plasma toda su filosofía de preservación y respeto absoluto de la tierra. Una bodega en la que la sostenibilidad se transmite de principio al fin, desde un viñedo en el que se apuesta por la biodiversidad y el detalle en el cultivo, hasta un proyecto arquitectónico en armonía con el paisaje de su bodega.
Todo el proceso de elaboración está pensado desde la búsqueda de la excelencia. La finca, que ocupa 25 hectáreas entre viñedos y bosque de pinos, se ubica en la Ribera del Duero burgalesa, en el término municipal de La Horra, en el paraje de La Horca, al norte del camino de Anguix. La nueva bodega se ha construido al borde de un pinar, en la parte norte de la finca y ocupa 4.700 m2, que se destinan a la elaboración, la crianza en barrica y al botellero, así como a una zona de exposición y venta directa. Las naves existentes anteriormente sirven ahora como centro logístico y área de expedición.