Bodegas Territorio Luthier presenta Luthier Compás CVC, su vino más exclusivo y que refleja su vocación de Guardianes de la Historia, en conjunto con las dos nuevas añadas de su Gran Reserva Luthier 2015 y 2016.
Luthier Compás presenta la etiqueta CVC, que significa «conjunto de varias cosechas», y se ha realizado con el método de saca de las bodegas del Marco de Jerez. La solera, ahora compuesta de 3 barricas de 500L, es una mezcla de vino de varias añadas. Cuando llega el momento, se saca el nuevo Luthier Compás CVC de la solera, y se reemplaza la misma cantidad por la nueva añada, la cual ya ha pasado alrededor de dos y tres años en barrica de roble de 225L antes de incorporarse a la solera. Así, en la solera siempre hay vino de todas las añadas, por eso la califican como la «auténtica guardiana de la historia».
Los dos primeros Luthier Compás que se presentan son CVC1, que mezcla las añadas 2018 y 2019; y CVC2, mezcla de las añadas de 2018, 2019 y 2020. CVC1 cuenta con una producción limitada de 284 botellas, mientras que CVC2 se limita a 336 botellas. Se prevé que estarán en el mercado en junio con un total de 6 y 5 años de envejecimiento en barrica respectivamente.
Solamente serán 150 botellas de Luthier Compás CVC2 las que estarán disponibles para su venta en premier. El precio final estimado de este vino es de alrededor de 900€ (IVA incluido).
Este vino resulta de una cuidadosa selección de uvas de varios viñedos viejos de bajo rendimiento, con diferentes variedades, recogidas a mano y fermentadas con levaduras autóctonas en depósito de hormigón.
Un vino complejo
Todos los años se selecciona un vino único para integrar a Luthier Compás, puede ser un viñedo o una barrica. Desde la firma detallan que «esta mezcla de añadas, de viñedos viejos, diferentes variedades de uva y suelos, largos envejecimientos y la mano del luthier, aportan una complejidad y elegancia que elevan la expresión de la Ribera del Duero a su máximo esplendor y pureza».
Y destacan que «cada añada que forma parte de Luthier Compás determina su carácter, lo hace único. La mezcla de varias añadas garantiza la expresión de la esencia de Ribera a lo largo de la historia».
Como en todos los vinos de esta bodega vinos su elaboración se basa «en el ajuste de sus notas: suelo, variedades, madera, y en este caso añadas, para elaborar vinos pausados que mantienen su sensibilidad y viveza con el paso del tiempo». Con este tipo de vinos, Fernando Ortiz, enólogo de la bodega, combina su experiencia con una visión contemporánea y revoluciona la denominación de origen Ribera del Duero.
Un proceso de elaboración meticuloso en todos sus vinos
De forma simultánea a Luthier Compás la firma presenta las nuevas añadas de Luthier Gran Reserva 2015 y 2016. Luthier es el vino que da nombre a la bodega y representa su filosofía: crear vinos de guarda, frescos, elegantes y delicados, volviendo a los clásicos y que representen la tierra de donde vienen.
La uva proviene de un viñedo de Aranda de Duero a 900m de altitud, de más de 90 años, con múltiples variedades, tempranillo, garnacha, bobal, albillo, pirulés, etc. que se recogen y fermentan juntas (field blend). Envejece en barrica de roble americano, francés y húngaro entre 2 y 3 años y el resto del tiempo en botella. No sale antes de siete años de la bodega. El primer Luthier gran reserva se hizo en 2012, de la mano de Jesús Madrazo, enólogo consultor de la bodega. Siguió 2014 y ahora salen al mercado 2015 y 2016.
Cristina Alonso y Fernando Ortiz, propietarios de la bodega, pretenden volver a crear los vinos clásicos de los 80, que ya no se elaboran quizá por falta de paciencia o de tiempo, o debido a que ya no están de la moda. Su filosofía se basa en un enfoque innovador y un profundo respeto por las técnicas tradicionales.
