Las bodegas conquenses Vinos Canforrales dan el salto al cine al participar en el largometraje ‘Al final todo va a estar bien’ y el cortometraje ‘Una Conversación Pendiente’, integrando sus vinos y destacando así su compromiso con la cultura y el territorio conquense.
Las bodegas conquenses Vinos Canforrales dan el salto a la gran pantalla con el largometraje ´Al final todo va a estar bien´, de Néstor Ruiz Medina, y el cortometraje ´Una Conversación Pendiente´, dirigido por Cecilia Gessa. La tradición vitivinícola de la provincia de Cuenca llega al mundo del cine de la mano de Vinos Canforrales, una de las bodegas de la región, que participa en estas dos producciones audiovisuales rodadas en la provincia.

Una apuesta por el origen, la cultura y el cine
En ambas obras, desde la bodega explican que los Vinos Canforrales se integran en la narrativa, de forma natural, reforzando la conexión entre el mundo rural, la identidad territorial y el lenguaje cinematográfico. Las copas de vino acompañan momentos clave de los personajes, brindando por la vida, la amistad, el amor y los reencuentros.
Para Bodegas Campos Reales, tal y como afirma Lorena Martínez, Sales Manager para Europa y España, “es muy importante poner en valor nuestra tierra y con ello a las empresas que nos rodean. Entre todos trabajamos para que las zonas rurales se refuercen y sean un lugar maravilloso en el que vivir. Con esta iniciativa apoyamos a las empresas locales, que trabajan por potenciar nuestra provincia y ponerla en el mapa y, a su vez, hacemos visible el trabajo que hay detrás de Vinos Canforrales: centenares de familias que dedican su vida a poner nuestros vinos en las mesas de medio mundo, y qué mejor que acompañarlo de una fantástica película”.
A pesar de que es la primera participación en el ámbito cinematográfico, Vinos Canforrales cuenta con una sólida trayectoria de colaboración cultural. Ha participado en festivales de música de la región como el VID Festival o el Festival de los Sentidos, y colabora con clubes deportivos, asociaciones locales y entidades públicas de su municipio. Además, la bodega participa en la iniciativa ´Cuenca es Cine´, que busca atraer más rodajes a la región y ha estado presente en el Festival de Cannes 2025, patrocinando los eventos internacionales de The Actors Home, plataforma creada por la directora de casting Luci Lenox.
´Al final todo va a estar bien´
Protagonizada por Esther Acebo (La casa de papel), Roberto Manrique (Sin senos sí hay paraíso), María Lázaro (21 Paraíso) y Alex Sorian Brown (Evan Wood), esta película mezcla drama, comedia y sátira a través de las historias cruzadas de un grupo de personajes en busca de redención personal. Completan el reparto Enrique Simón, Álvaro Manso, Nüll García, Elena Zurita, Ana Ruano, Enrique Rodríguez y Arya Laborda.
La película está rodada en enclaves como Palancares, Carboneras de Guadazaón, Huerta del Marquesado y la ciudad de Cuenca, y pone en valor el paisaje humano y rural de la provincia. En este contexto, el vino tiene un papel especialmente simbólico en la trama de Paloma (Esther Acebo), quien lleva cajas de vino a un retiro espiritual donde, irónicamente, no se permite beber.
Entre los vinos que aparecen en la película destacan tres referencias icónicas de Bodegas Campos Reales: Canforrales Clásico Tempranillo, Canforrales Lucía Airén y el más especial Gladium Viñas Viejas, que acompañan distintas escenas y estados emocionales de los personajes.
Dirigida por Néstor Ruiz Medina y producida por Sorenfilms, la película cuenta con el apoyo de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, la Diputación Provincial de Cuenca y los ayuntamientos de Carboneras, Huerta del Marquesado, Cañete y Cuenca. Su estreno está previsto en el circuito de festivales de 2026.
´Una Conversación Pendiente´
Este cortometraje, también rodado en Cuenca, en el Hotel Leonor de Aquitania y el Casco Antiguo, está dirigido por Cecilia Gessa y protagonizado por Carlos Bardem y Salva Reina (ganador del Goya a Mejor Actor de Reparto en 2025).
Tras una despedida de soltero, Raúl busca a Santi para mantener una última conversación antes de la boda. Lo que empieza como una charla informal se transforma en una confesión que pone a prueba su amistad y revela sentimientos ocultos. En la escena central, los personajes comparten una botella de vino Canforrales, símbolo de esa complicidad que se rompe y renace en apenas unos minutos. El cortometraje se estrenará a lo largo de 2025.
La colaboración entre Vinos Canforrales y ambas producciones surge a través del distribuidor de la bodega en Cuenca, quien propuso la idea a los responsables del proyecto. Para la bodega, la iniciativa se enmarca dentro de un compromiso más amplio con el desarrollo local.