Bodegas Luis Cañas ha comunicado el fallecimiento de su fundador en la madrugada del día 11 de diciembre a los 91 años. Trabajador incansable, la viticultura y la elaboración de vinos fueron su proyecto de vida.

Nacido en 1928, con Luis Cañas se ha ido «uno de los pioneros en la creación de identidad» de los vinos de Rioja, según mencionan desde Bodegas Luis Cañas en un comunicado.

Recuerdan que «fue un trabajador constante, enamorado del buen hacer» y que demostró que «con tesón y humildad se puede llegar lejos».

Fundó la bodega en 1970 y comenzó vendiendo su vino desde su furgoneta por Bilbao, Donostia y otras ciudades con el objetivo de dar a conocer sus vinos de maceración carbónica. Pero antes que él, ya los vinos eran transportados por Carlos Cañas, padre de Luis Cañas, en carros tirados por mulos atravesando la Sierra Cantabria y los Montes de Vitoria hasta zonas limítrofes con Bilbao y San Sebastián, a más de 100 kilómetros de Villabuena.

Para el fundador de Bodegas Luis Cañas, la viticultura y la elaboración de vinos fueron un proyecto de vida. «Su amor por sus viñas y su tierra se notaba en cada conversación, en cada copa de vino compartida con él», afirman desde la bodega.

Su hijo Juan Luis que le llamaba «El Jefe» Juan Luis señala: «Jefe, ha sido un orgullo trabajar y aprender contigo».

En Cañas suman ya cuatro generaciones al frente de las bodegas (formadas por Bodegas Luis Cañas y Bodegas Amaren en Rioja Alavesa y Dominio de Cair en Ribera del Duero).

Desde la familia asimismo han mostrado su agradecimiento por las muestras de apoyo y condolencia recibidas.

En la página de Facebook de Bodegas Luis Cañas señalan que «como decía Joaquín Sabina en su canción, “este adiós no maquilla un hasta luego”, ojalá». Y añaden: «Siempre buscamos un motivo para brindar, pero hoy es un día triste para esta familia: “El Jefe” como le llamaba Juan Luis Cañas a su padre, el abuelo de Jon y Beatriz ( y un poco el de tod@s los que hemos podido compartir con él vino, aceitunas y divertidas anécdotas) se ha despedido esta madrugada a sus 91 vendimias».

Y terminan con estas palabras: «Desde aquí, con mucha pena pero con sobredosis de cariño, te decimos, GRACIAS LUIS. Gracias por tu legado, por todos y cada uno de los momentos que nos has regalado, y por habernos contagiado con humildad tu pasión por el vino y la tierra. D.E.P.».