Unión de Uniones denuncia la grave situación del sector vitivinícola español, por la deriva que las políticas están teniendo en el sector. Ante los problemas fitosanitarios, de mercado o de caída de precios señalan a las administraciones, que no implementan soluciones, y apuntan a la escasa protección legal y la falta de estrategias para garantizar la supervivencia del sector. La organización exige medidas urgentes para evitar que aborden los retos a los que se enfrenta el sector.

El sector vitivinícola de Unión de Uniones muestra su «más profunda indignación por la deriva que las políticas vitivinícolas están teniendo en el sector». Con este punto de partida se abordó en una reunión la problemática actual de la actividad, las decisiones políticas y sus efectos y un avance sobre las previsiones de producción para la vendimia, entre otros temas.

Unión de Uniones explica que «a los percances fitosanitarios y tensiones en los mercados, a los acuerdos arancelarios con los EEUU propios del vasallaje medieval, se une una propuesta de nueva PAC que deja en el limbo el único instrumento de política vitivinícola del que disponemos, la Intervención Sectorial Vitivinícola«.

Tecnovino Plan de Apoyo Vitivinícola Union de Uniones

La nueva campaña

En la reunión sectorial celebrada el 5 de agosto, Unión de Uniones constató, de cara a la nueva campaña, que las cifras que se van apuntando en cuanto a macromagnitudes para la nueva vendimia son muy similares a las del pasado ejercicio(en torno a los 37 – 38 millones de hectólitros).

No obstante, la situación es desigual en función de las distintas regiones. Mientras que Galicia, Cataluña, Valencia, Castilla La Mancha o Extremadura contarán con una producción muy similar a la de la pasada campaña, en las distintas regiones de Castilla y León o Rioja, la plaga del mildiu está poniendo en jaque alcanzar producciones similares.

Con el telón de fondo de una demanda débil y desconfiada, por la guerra arancelaria desatada por la administración Trump, de nuevo, los precios brillan por su ausencia, si acaso, su tendencia es, siempre a la baja respecto a los establecidos en la campaña pasada, tanto en DOP de prestigio, Cava, Rioja, Ribera como en vinos destinados a su comercialización sin IG.

Indignación ante la actitud de las administraciones

Y afirman que «lo que indigna de manera supina al sector es la tomadura de pelo que supone haberse creído el mensaje de que las distintas administraciones lo escuchan y tienen en cuenta, para constatar, después, que nada de lo que se propone se lleva a la práctica».

La sectorial vitivinícola lamenta la inutilidad de las reuniones mantenidas y las políticas comerciales que no van en sintonía con los intereses de la actividad: “De qué sirven las reuniones referidas al Paquete Vino, las visiones estratégicas, los cantos de sirena que loan la importancia económica y social de este sector, si luego somos carne de cañón a la hora de establecer pactos comerciales bajo presión, de cuadrar presupuestos que redundan en menos Europa, de ser, ya no moneda de cambio, sino tan solo calderilla en bolsillos manirrotos dispuestos a pagar energía más cara y gastos en defensa en beneficio de un lobby de poder fáctico repulsivo”.

Y añaden: «mientras, seguimos con en un escenario marcado por amenazas de diversa índole: la escasa protección que la Ley para la mejora del funcionamiento de la cadena alimentaria genera en la necesaria contractualización con entre productores y bodegas, la necesidad de medidas reales y palpables que permitan su reestructuración, la ausencia de estrategias que garanticen su mera supervivencia, que atiendan a las necesidades de la producción, que garanticen un relevo generacional y que eviten la deriva hacia un descepe generalizado en amplias zonas del Estado».

Así desde la frustración e indignación el sector vitivinícola de Unión de Uniones solicita acciones que garanticen la supervivencia del sector y su reestructuración para prepararse ante las diversas amenazas que afronta el sector.