Con la llegada de las altas temperaturas, ¿de qué forma se puede proteger y favorecer el desarrollo de la uva en el viñedo? El exceso vegetativo de la vid tras una primavera lluviosa implica una mayor sensibilidad a las altas temperaturas. Una experiencia en Treviso (Italia) ofrece algunas repuestas.
En la primavera de 2025 se han registrado temperaturas suaves con lluvias frecuentes que han determinado un importante crecimiento vegetativo. En esta situación, el efecto de las altas temperaturas estivales podría tener graves repercusiones en el desarrollo de la uva.

Exceso vegetativo tras primaveras lluviosas: cómo gestionar el estrés térmico
Las suaves temperaturas y las buenas precipitaciones de esta primera fase de la campaña han determinado un importante crecimiento vegetativo con un aumento de la superficie de evapotranspiración que determina, además de un mayor consumo de agua, una mayor sensibilidad a las altas temperaturas.

La fase de multiplicación celular en las bayas (desde el cuajado hasta el inicio del envero) es una fase fundamental y el estrés hídrico o térmico en esta fase puede tener graves repercusiones tanto en los rendimientos como en la calidad de los vinos.

Experiencia en 2024: primavera lluviosa y verano caluroso – mitigar los efectos de las olas de calor
En la provincia de Treviso (Italia), la temporada 2024 se caracterizó por una primavera lluviosa seguida de un verano especialmente caluroso con unos 60 días con temperaturas máximas constantemente superiores a 30°C y con frecuentes olas de calor con temperaturas máximas superiores a 35°C durante varios días.
Esto provocó bloqueos en la actividad fotosintética con el consiguiente impacto en la producción y en el perfil ácido de los mostos en la cosecha, en particular con una mayor degradación del ácido málico.
En un ensayo realizado en la zona de Treviso por el profesor Franco Meggio de la Universidad de Padua (Italia) en Glera (vino prosecco), se probó el uso de LalVigne Prohydro de Lallemand, un derivado de levadura (Saccharomyces cerevisiae) y L-prolina de origen bacteriano. LalVigne Prohydro es capaz de aumentar la eficiencia en el uso del agua por la planta, lo que permite limitar el efecto negativo de las olas de calor sobre la vid. El tratamiento con Prohydro en condiciones de falta de agua, permite mantener mejores niveles de potencial hídrico y en condiciones de altas temperaturas permite mantener un nivel más elevado de fotosíntesis evitando las clásicas ralentizaciones de desarrollo que se producen como consecuencia de las olas de calor.
LalVigne Prohydro se utilizó durante la fase de crecimiento de la baya con tres aplicaciones entre el final de la floración y el cierre del racimo; en cualquier caso, para que tenga su máximo efecto debe utilizarse antes del inicio de los periodos con altas temperaturas.



Brix | Acidez total | pH | Ácido tartárico | Ácido málico | |
Controlar | 18,0 | 6,9 | 3,22 | 4,58 | 1,59 |
ProHydro | 18,1 | 7,2 | 3,15 | 4,64 | 1,80 |
Tras el despunte, ayuda a la planta a reiniciarse y a cerrar las heridas más rápidamente
En años con primaveras frescas y lluviosas, el número de recortes a realizar es mayor, el estrés mecánico causado por el despunte, especialmente cuando se realiza durante el periodo de altas temperaturas, determina bloqueos en la actividad fotosintética que pueden durar hasta diez días.
LalVigne Cicatrix, una levadura inactivada específica (Saccharomyces cerevisiae), contribuye a un reinicio más rápido de la actividad fotosintética tras un estrés mecánico, como es el despunte o los daños por granizo, y favorece también una mayor síntesis de lignina. Al estimular una mayor síntesis de lignina, componente fundamental de la pared celular de los tejidos vegetales, el tratamiento favorece una cicatrización más rápida de las heridas. El tratamiento puede combinarse con los tratamientos fitosanitarios normales y con LalVigne Botryless para una mayor limpieza de las heridas.
Lallemand • www.lallemandwine.com/es/spain/