La certificación B Corp impulsa el cambio en el sistema económico global hacia un modelo que sea más sostenible, inclusivo y equitativo. En España ya existen bodegas que se han sumado a este movimiento global, es el caso de Alma Carrovejas, Bodegas Baigorri, Raventós Codorníu y Vallformosa. ¿En qué consiste? ¿Qué aporta al sector vitivinícola? Las respuestas las dan Lucas Hunter, director ejecutivo interino de B Lab Spain y por parte las bodegas: Pedro Ruiz Aragoneses, de Alma Carrovejas; Elena Sánchez Tendero, de Bodegas Baigorri; María Vidal, de Raventós Codorníu; y Ricard Romero, de Vallformosa.

En un escenario donde las certificaciones van en aumento, conocer de primera mano cómo les ha ido a algunas bodegas significa tener datos relevantes para valorar si seguir este camino o si es idóneo para cada firma. La certificación B Corp tiene una comunidad con más de 9.000 compañías de 95 países y más de 160 actividades diferentes. En España valoramos a continuación el caso y experiencia de cuatro firmas vitivinícolas: Alma Carrovejas, Bodegas Baigorri, Raventós Codorníu y Vallformosa. Y Lucas Hunter, director ejecutivo interino de B Lab Spain, arroja más luz sobre el papel de esta figura y lo que implica.

Lucas Hunter: «En el mundo vitivinícola, donde el impacto ambiental (desde el uso del agua hasta la gestión de residuos) y el vínculo con la comunidad local son tan significativos, convertirse en B Corp significa asumir un liderazgo ejemplar».

Lucas Hunter, director ejecutivo interino de B Lab Spain
- ¿Qué supone para las bodegas formar parte del movimiento B Corp?
Para las bodegas, ser B Corp es mucho más que una certificación: significa formar parte de un movimiento que utiliza la fuerza de las empresas para generar un impacto positivo en las personas y el planeta, y que busca transformar la economía promoviendo un nuevo modelo empresarial que crea valor social y ambiental, además de beneficios económicos.
Sumarse al movimiento supone integrar la sostenibilidad, el impacto positivo y la equidad en el corazón del modelo de negocio, en un sector históricamente vinculado al territorio, la tradición y las personas. A diferencia de las compañías que persiguen únicamente la rentabilidad, las B Corps deben cumplir con altos estándares de impacto social y ambiental, transparencia y responsabilidad legal, comprometiéndose con la mejora continua. La industria de la alimentación y, por supuesto, el sector vitivinícola, son clave para continuar redefiniendo el modelo empresarial.
En el mundo vitivinícola, donde el impacto ambiental (desde el uso del agua hasta la gestión de residuos) y el vínculo con la comunidad local son tan significativos, convertirse en B Corp significa asumir un liderazgo ejemplar: producir con conciencia, proteger y regenerar el entorno y generar valor compartido en toda la cadena. Significa integrar la sostenibilidad en la estratégia empresarial.
Además, ser B Corp permite a las bodegas diferenciarse en un mercado global cada vez más exigente, donde cada vez más consumidores y distribuidores valoran empresas con un propósito claro. Es una oportunidad para demostrar que se puede ser competitivo sin renunciar a principios éticos, y que la excelencia de las bodegas también se mide por el impacto positivo que generan en el mundo.
- ¿Cómo está ayudando el movimiento B Corp a redefinir el éxito empresarial en el sector vitivinícola?
El movimiento B Corp está ayudando a redefinir el éxito empresarial en el sector vitivinícola al cambiar la lógica tradicional de crecimiento puramente económico por una visión de impacto integral. Históricamente, el éxito de una bodega se ha medido por la calidad del vino, a menudo reconocida a través de premios, y su rentabilidad. Hoy, el movimiento B Corp incorpora un nuevo factor en la ecuación: cómo, a través de la actividad de la compañía, se contribuye al bienestar de las personas, del territorio y del planeta sin renunciar a la rentabilidad.
En un sector profundamente arraigado en la tierra, el clima y las comunidades locales, este cambio de paradigma es especialmente relevante. Ser B Corp implica asumir un liderazgo consciente, activo y comprometido con un nuevo paradigma empresarial: uno que no solo minimiza el impacto negativo, sino que se plantea cómo regenerar ecosistemas, fortalecer comunidades, integrar la trazabilidad en la cadena de valor, apostar por la gobernanza de los grupos de interés y la transparencia y construir una economía más humana, inclusiva y resiliente. Las B Corps tienen un compromiso firme con la mejora continua y la transparencia. No compiten por ser las mejores del mundo, sino las mejores, también, para el mundo.
Por último, redefinir el éxito también implica inspirar a otras bodegas y consumidores a valorar todo lo que hay detrás de cada botella. Así, el movimiento B Corp no solo transforma empresas, sino que impulsa una cultura empresarial donde el vino es sinónimo de propósito, respeto y futuro sostenible.
- ¿Cómo puede una bodega pequeña o mediana ver la certificación B Corp como una oportunidad accesible y realista?
El movimiento B Corp nace para que cualquier empresa, sin importar su tamaño, sector o ubicación, pueda medir, gestionar y mejorar su impacto, facilitando que todas las compañías con propósito genuino y alto impacto puedan convertirse en B Corp. Para ello, la evaluación online y gratuita (a la que se puede acceder a través de nuestra página web) se adapta a la escala de la empresa, a la industria y también a la región de la compañía, exigiendo el cumplimiento de requisitos adicionales y mayor transparencia a las grandes compañías.
En España, las pymes suponen el 99,8% de las empresas y el 66% del empleo empresarial total, según los últimos datos del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, por lo que su aportación al tejido empresarial y a la economía del país es de gran relevancia. En la comunidad B Corp en España, las pymes suponen más del 85%. Para una bodega pequeña o mediana, convertirse en B Corp es una oportunidad transformadora y una apuesta de negocio.
¿Por qué? Porque les permite poner en valor todo aquello que ya están haciendo bien: el arraigo local, las relaciones cercanas con proveedores, la producción artesanal, el cuidado del entorno natural. A través del proceso de certificación B Corp, pueden sistematizar procesos, identificar áreas de mejora, estructurar su propósito y comunicar con credibilidad, lo que fortalece su marca y la confianza de sus clientes y colaboradores.
¿Hay oportunidades de mejora? Siempre las hay, y el camino del impacto no se termina en la certificación. Es un paso importante que abre un mundo de posibilidades para seguir identificando en qué se puede mejorar y tomando acciones concretas para conseguirlo. En este sentido, es importante destacar que las empresas certificadas deben re-certificar su desempeño cada tres años.
Además, entrar en la comunidad B Corp abre puertas: colaboración con otras empresas con valores afines, acceso a buenas prácticas, visibilidad internacional y una red de apoyo que trasciende la lógica competitiva tradicional. Para muchas bodegas, especialmente familiares o con vocación sostenible, es una herramienta estratégica para crecer con coherencia y propósito.
- ¿Qué pasos hay que dar para sumarse al movimiento?
Sumarse al movimiento B Corp comienza con una decisión clave: querer gestionar tu bodega no solo por el beneficio económico, sino también por el impacto positivo que genera en las personas y el planeta. A partir de ahí, el primer paso es registrarse y completar la Evaluación de Impacto B, la herramienta gratuita y online que permite medir, gestionar y mejorar el impacto de la empresa en cinco áreas clave: medioambiente, trabajadores, comunidad, clientes y gobernanza.
Para lograr superar el estándar B Corp, las empresas deben cumplir con los requisitos de desempeño social y ambiental verificado, obteniendo un total de 80 puntos en la Evaluación de Impacto; modificar sus estatutos legales para incorporar, en la toma de decisiones, a todos los grupos de interés; y cumplir con elevados requisitos de transparencia. Sin duda, el proceso es exigente, riguroso y transformador. Para ello, desde B Lab y la comunidad B Corp, ofrecemos recursos, acompañamiento y experiencias compartidas para que cualquier empresa, grande o pequeña, pueda recorrer ese camino y convertirse en agente de cambio.
Recientemente, anunciamos los nuevos estándares internacionales bajo los cuales serán evaluadas las empresas a partir de 2026. Esta actualización incorpora criterios obligatorios en siete áreas de impacto, alineándose con las principales normativas y certificaciones globales, y reemplaza al modelo anterior de puntuación acumulativa y flexible que exigía 80 puntos distribuidos entre cinco grandes áreas de desempeño. Se trata de la transformación más ambiciosa que han experimentado los estándares B Corp en sus 19 años de recorrido.
- ¿Qué recomendaría a una bodega que esté pensando en iniciar el proceso de sumarse al movimiento?
Que empiece con curiosidad y sin miedo. Que utilice la Evaluación de Impacto B como una brújula para conocer en qué punto se encuentra y saber hacia dónde quiere ir. Integrarse al movimiento y convertirse en B Corp no debe ser un objetivo aislado, sino un camino de mejora continua. Sobre todo, que sepa que no está sola: hay una comunidad dispuesta a compartir aprendizajes, inspirarse mutuamente y demostrar que otra forma de hacer vino —más justa, más humana y más sostenible— es posible. Invitamos a todas las bodegas que quieran liderar con nosotros esta transformación dentro del sector a que se sumen, para que juntos continuemos impulsando modelos de negocio más responsables que generen valor para todas las personas y el planeta.
- ¿Cuánto tiempo suele durar el procedimiento?
El tiempo que lleva certificar como B Corp puede variar según el tamaño, la complejidad y el nivel de preparación de la empresa. En términos generales, para empresas pequeñas o medianas, el proceso puede durar aproximadamente entre 6 y 12 meses. Aquellas que ya tengan prácticas alineadas con los estándares B Corp y el impacto positivo en su ADN tienden a situarse en la parte baja de ese rango. Para empresas más grandes o que aún no han integrado la sostenibilidad en su estrategia, el proceso podría tomar una media de dos años, o incluso más.
Lo fundamental es no concebirlo como una carrera contrarreloj, sino como una oportunidad de reflexión estratégica, transformación y mejora continua. En muchos casos, las propias empresas afirman que el camino hasta convertirse en B Corp es tan transformador como el hecho de empezar a formar parte de la comunidad B Corp.
- ¿Sumarse al movimiento B Corp requiere de alguna inversión económica?
El uso de la herramienta de evaluación es gratuito y accesible para cualquier empresa que desee medir su impacto social y ambiental. Las compañías que quieran ser B Corp deben abonar, al momento de la aplicación, una tarifa de verificación para dar inicio y finalizar el proceso de acreditación de su desempeño. Asimismo, una vez certificada, la empresa contribuye con una cuota anual que varía según el tamaño y los ingresos de la compañía. Esto garantiza que convertirse en B Corp es asequible para todas las compañías.
Estas tarifas no solo financian el riguroso proceso de evaluación y verificación independiente, sino que también permiten a B Lab seguir impulsando un movimiento global de empresas que actúan en favor de las personas y el planeta, y garantizar la calidad, credibilidad y mejora continua de nuestros estándares y plataformas tecnológicas.
Sin duda, ser B Corp aporta credibilidad, confianza y una diferenciación clara en un mercado cada vez más competitivo. Formar parte del movimiento es sinónimo de un compromiso auténtico con la sostenibilidad, la equidad social y el bienestar de las personas. Además, representa un diferenciador clave para las empresas que buscan destacar frente a consumidores conscientes y atraer talento alineado con sus valores. A su vez, ofrece acceso a una comunidad global que impulsa oportunidades y colaboraciones de alto impacto, consolidando a la empresa como un referente en el liderazgo empresarial responsable.
El caso de cuatro bodegas que han logrado la certificación B Corp




Alma Carrovejas, Bodegas Baigorri, Raventós Codorníu y Vallformosa proporcionan la visión acerca de lo que ha supuesto la certificación B Corp en sus bodegas y qué beneficios puede aportar al sector, entre otros aspectos.

Pedro Ruiz Aragoneses: «El modelo B Corp nos obliga, precisamente, a trabajar en una estrategia que implique un equilibrio de los recursos naturales, sin causar daños en el entorno y contribuyendo a una sociedad justa y equitativa, factores muy relacionados con la existencia en el futuro de los productos vitivinícolas».
Pedro Ruiz Aragoneses, de Alma Carrovejas
- ¿Qué cambios más tangibles se notan ahora que formáis parte del movimiento?
La sostenibilidad en Alma Carraovejas siempre ha sido parte de nuestra cultura de trabajo, un valor que impregna todas las decisiones y procesos convirtiéndose en parte de nuestro ADN. Una filosofía y valores orientados, desde su origen, con la cultura del cuidado y la protección del entorno y alineados con los estándares de B Corp. Gracias a esta cultura de trabajo no hemos tenido que hacer grandes cambios para poder ser parte del movimiento B Corp. Sin embargo, hacer la evaluación de este proceso, nos ha ayudado a detectar nuevas oportunidades de progreso en las que ya estamos trabajando. Principalmente, acciones enfocadas a la mejora de nuestras relaciones con los grupos de interés y su influencia en la cadena de valor. Por ejemplo, una de las primeras acciones llevadas a cabo es mejorar nuestra herramienta de evaluación de proveedores.
- ¿Cómo está impactando al equipo y la cultura empresarial?
Para Alma las personas están en el centro, son el pilar fundamental de la organización y todos y cada uno de ellos tienen muy integrada la filosofía de trabajo en su día a día. Una vez conseguida la certificación B Corp, mantuvimos reuniones con los equipos de todos los proyectos, explicándoles todos los detalles, demostrando la coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos. La verdad es que las reacciones fueron muy positivas, se sintieron muy orgullosos de su trabajo, de su aportación a la empresa y de ver que cada pequeña acción del día a día cuenta.
- ¿Supone la certificación una ventaja para diferenciarse en un mercado tan competitivo?
Alma Carraovejas nace con un propósito firme: preservar el patrimonio vitivinícola de cada proyecto, de cada entorno, de su cultura y de las personas que lo hacen posible con el firme empeño de construir un legado único. Nuestro objetivo principal es proteger y custodiar un legado natural excepcional para transmitirlo a las próximas generaciones, reclamando su protagonismo desde un enfoque sostenible y devolviendo lo que toma de cada terruño con el máximo respeto. Ser B Corp no es la meta si no la continuidad a un compromiso que hemos adquirido desde nuestros orígenes. Una voluntad que nace por deseo y convencimiento propio y de unos valores alineados con la sostenibilidad en la protección del entorno o la cultura del cuidado.
En Alma hemos adaptado la cultura de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) en una estrategia donde se busca el desarrollo sostenible no solo en las tres vertientes tradicionales: económica, medioambiental y de sociedad, sino que han sumado dos dimensiones a mayores: de personas y de gobierno ético. En cada una de estas áreas se llevan a cabo acciones y objetivos concretos que se trabajan día a día. Una apuesta por fortalecer la cultura propia de la organización y por convertirnos en inspiración, cuidando la relación con cada grupo de interés mediante la honestidad, la coherencia y la integridad. Esta certificación muestra nuestro compromiso del presente para garantizar un futuro mejor a las siguientes generaciones. Queremos cambiar el mundo de alguna manera a través de nuestra actividad, más allá de generar riqueza económica, queremos provocar bienestar en nuestro entorno.
Es cierto, que cada vez existe un mayor público que no sólo se preocupa del producto o de su valor económico, sino que busca algo más, una calidad en el sentido más amplio, en el que se incluye el cuidado por el medio ambiente, por el entorno, la sociedad.
A su vez, independientemente de los clientes que buscan un producto “con valores”, existe una garantía extra en los productos de una empresa B Corp.
En Alma hemos creado un modelo de gestión, basado en las 3C: cuidado, competencia y compromiso, en la que estos valores conectan con el área de visión, cultura y personas. La C de cuidado nos permite promover un impulso para crecer como personas. Buscamos el cuidado en varias dimensiones: emocional, física, social y económica. La de C de competencia nos permite generar una buena estructura en los equipos para que les ayude a crecer profesionalmente, y la C de compromiso refleja el sentido de pertenencia.
Asimismo, somos conscientes de que los proveedores son el primer eslabón en nuestra apuesta por la calidad y de la importancia de extender nuestros valores a toda la cadena de suministro. Mantenemos una comunicación fluida con todo ellos y son conocedores de nuestros hitos, como la adhesión al movimiento B Corp. Solo de esta forma, cultivando una buena relación de confianza podemos desarrollar diferentes acciones con nuestros aliados para mejorar de manera conjunta la calidad de sus productos que a su vez se verán reflejados en el resultado final que ofrecemos a nuestros clientes.
Y a nivel social, desde Alma buscamos desarrollar acciones que nos permitan fortalecer la cohesión y la estabilidad de las poblaciones y su desarrollo vital. En ese sentido, trabajamos en proporcionar riqueza cultural y económica al entorno donde se ubican nuestros proyectos y en la diversidad e inclusión. Por ejemplo, contamos con asociaciones, colaboraciones con entidades públicas, y favorecemos la contratación de personal de las zonas rurales en las que están situados los proyectos. Este hecho también hace que los vecinos de los municipios donde estamos ubicados se conviertan en embajadores de nuestra marca.
Ahora, con la certificación B Corp comienza una nueva etapa de mejoras que nos permita seguir luchando por el cuidado del paisaje, los productos, las personas y la cohesión en el medio rural, aportando nuestro granito de arena para cambiar el mundo. No entendemos otra forma de hacer las cosas.
- ¿En qué aspectos clave cree que el sector vitivinícola puede beneficiarse al adoptar el modelo B Corp?
La sostenibilidad se define como la capacidad de satisfacer las necesidades del presente sin comprometer el futuro. En el sector vitivinícola contamos con un patrimonio natural excepcional. En Alma siempre decimos que el viñedo, no es una herencia de nuestros padres si no un préstamo de nuestros hijos. Si queremos preservar este patrimonio vitícola es necesario mostrar un compromiso que nos ayude a proteger este legado, no solo en el parte ambiental si no también en otras vertientes como la social y la económica.
El modelo B Corp nos obliga, precisamente, a trabajar en una estrategia que implique un equilibrio de los recursos naturales, sin causar daños en el entorno y contribuyendo a una sociedad justa y equitativa, factores muy relacionados con la existencia en el futuro de los productos vitivinícolas.
- ¿Qué recomendaría a otra bodega que esté pensado en iniciar el proceso de certificación B Corp?
Desde Alma creemos que este modelo no es un cambio puntual, si no que se trata de un proceso de transformación constante, que busca la mejora continua en toda la cadena de valor y que debe de nacer desde la propiedad o dirección de la empresa. No se trata de un proceso que se pueda conseguir de un día para otro, necesita unas raíces que den ejemplo y ponga la visión sostenible en la estrategia de la empresa para que todos los trabajadores y grupos de interés puedan participar de ella.

Elena Sánchez Tendero: «Hay que tener en cuenta que un sector tan primario, normalmente localizado en el entorno rural, tan expuesto al cambio climático y en muchos casos amantes del entorno y del valor del mismo, adoptar un modelo más sostenible y una guía tan buena como ofrece B Corp es de gran ayuda si alguien quiere adentrarse»
Elena Sánchez Tendero, de Bodegas Baigorri
- ¿Qué cambios más tangibles se notan ahora que formáis parte del movimiento?
Principalmente cambios en la cadena de valor, tanto aguas arriba como aguas abajo. Por ejemplo, los cambios introducidos en nuestras prácticas de cultivo y la evidente mejora en los resultados, también están animando a varios de nuestros proveedores de uva que venían utilizando prácticas con un mayor impacto en el entorno; se está priorizando la selección de proveedores a favor de empresas B Corp; o incluso el tipo de socios comerciales, especialmente a nivel internacional, pues en muchos mercados se incrementan las oportunidades de trabajar con empresas alineadas con valores sostenibles por ofrecerles una marca de confianza que cumple con los más altos estándares.
En la dinámica empresarial nos está ayudando a una mayor organización y eficiencia internos, pues el programa de mejora continua “obliga” a un seguimiento más continuo.
- ¿Cómo está impactando al equipo y la cultura empresarial?
Partiendo de que la permeabilidad de los distintos estratos de la organización es diferente, así como las posibilidades de mejora en ciertas áreas de una empresa pequeña como nosotros, y teniendo en cuenta que se intenta involucrar a todos los miembros del equipo, podemos decir que la sostenibilidad está presente en todas las decisiones, tanto mayores como menores, desde que nos planteamos convertirnos en una empresa B Corp. Por ejemplo, cómo se hacen los envíos de muestras, la consideración de beneficios sociales adicionales, la presión en las mangueras de limpieza para la limpieza de la bodega, la eliminación del plástico para el transporte interno de comida dentro de la bodega o la forma de comunicar el proyecto a las más de 25.000 personas que nos visitan cada año. La coletilla con la que se termina muchas veces es “bueno, esta es la opción más sostenible de las que tenemos a nuestro alcance”.
- ¿Supone la certificación una ventaja para diferenciarse en un mercado tan competitivo?
Definitivamente sí, para una bodega pequeña como Baigorri, en el segmento prémium y enfocada a producciones nicho, aporta un componente de CONFIANZA en la marca, sobre todo en posibles socios comerciales de gran relevancia en sus mercados. Nos ayuda a transmitir que no sólo estamos haciendo buenos vinos, sino que los estamos haciendo bien, generando el mejor impacto posible con nuestro trabajo.
Todavía es difícil tangibilizar su efecto, pues ahora hace un año que nos certificamos y los efectos no siempre son inmediatos, pero claramente nos ha ayudado a poner Baigorri en una posición más avanzada dentro del sector del vino. Además, el haberlo hecho con recursos propios, sin ningún tipo de ayuda externa, también nos ha hecho ver a nivel interno de que somos capaces de mucho más de lo que a veces creemos.
- ¿En qué aspectos clave cree que el sector vitivinícola puede beneficiarse al adoptar el modelo B Corp?
El sector del vino, excepto por un pequeño puñado de grandes grupos o empresas muy consolidadas está muy atomizado y la inmensa mayoría de las bodegas son PYMES. Como las cifras lo indican las empresas sostenibles son más resilientes, ofrecen en mayor proporción mejores resultados frente a su competencia, y además, son más atractivas para los inversores. Esto ya supone un buen argumento objetivo.
Pero también hay que tener en cuenta que un sector tan primario, normalmente localizado en el entorno rural, tan expuesto al cambio climático y en muchos casos amantes del entorno y del valor del mismo, adoptar un modelo más sostenible y una guía tan buena como ofrece B Corp es de gran ayuda si alguien quiere adentrarse. Sobre todo, cuando la principal herramienta, la Evaluación de Impacto B, es además gratuita.
Me consta que son muchas las bodegas que han visto los beneficios y que ya han comenzado a dar sus pasitos.
- ¿Qué recomendaría a otra bodega que esté pensado en iniciar el proceso de certificación B Corp?
Como en cualquier proyecto hay tres pilares: el alcance/objetivo, el tiempo y el coste. Perseverancia para lograr el objetivo pues en este caso lo más importante es conseguirlo sino el efecto transformador y de mejora que puede aportar el proceso; rigurosidad al tiempo que flexibilidad con los tiempos, pues siempre hay muchos otros temas en el día a día que nos pueden hacer posponer que temas, inicialmente no tan urgentes, si son importantes; y no tener miedo a los costes, pues muchas realmente muchos pequeños cambios, no económicamente relevantes, pueden contribuir a grandes mejoras.

María Vidal: «En un mercado tan maduro y exigente como el del vino, ser una empresa B Corp nos ayuda a comunicar con hechos nuestro compromiso con la sostenibilidad y la responsabilidad social».
María Vidal, de Raventós Codorníu
- ¿Qué cambios más tangibles se notan ahora que formáis parte del movimiento?
Formar parte del movimiento B Corp nos da un marco claro y exigente para seguir mejorando para ser la mejor empresa de vinos para el mundo. Uno de los cambios más tangibles es la integración de criterios sociales y medioambientales en todas las decisiones estratégicas. También esperamos una mayor conexión con otras empresas con propósito, lo que abre oportunidades de colaboración y aprendizaje mutuo.
- ¿Cómo está impactando al equipo y la cultura empresarial?
Convertirnos en B Corp ha tenido un impacto muy positivo en nuestro equipo. Ser B Corp está reforzado el orgullo de pertenencia, porque todos sentimos que formamos parte de algo más grande y que nuestra compañía no persigue solo fines económicos, si no que cumplimos altos estándares de desempeño social y ambiental, transparencia y responsabilidad legal.
También hemos notado un mayor alineamiento entre departamentos, ya que el enfoque B Corp exige una mirada transversal: desde operaciones y recursos humanos hasta marketing y viticultura, todos trabajamos con objetivos comunes en sostenibilidad, equidad y transparencia. Esto ha reforzado la cohesión interna y la sensación de que nuestro propósito de ‘Dar Valor a la Tierra’ es compartido.
- ¿Supone la certificación una ventaja para diferenciarse en un mercado tan competitivo?
Sí, sin duda. En un mercado tan maduro y exigente como el del vino, ser una empresa B Corp nos ayuda a comunicar con hechos nuestro compromiso con la sostenibilidad y la responsabilidad social. Es una forma de diferenciarnos con autenticidad y coherencia, no solo frente al consumidor, sino también frente a distribuidores, proveedores y para atraer talento.
- ¿En qué aspectos clave cree que el sector vitivinícola puede beneficiarse al adoptar el modelo B Corp?
El sector vitivinícola tiene una relación muy directa con el territorio, las personas y los recursos naturales. Un marco tan exigente como el de B Corp nos ayuda a preservar mejor nuestros ecosistemas, dignificar aún más el trabajo en el campo y garantizar prácticas empresariales más justas y transparentes. Además, impulsa una forma de producir vino que no solo sea buena para el negocio, sino también para el planeta.
- ¿Qué recomendaría a otra bodega que esté pensado en iniciar el proceso de certificación B Corp?
Les diríamos que vale la pena. Hace casi dos años iniciamos este proceso que tenía que llevarnos a ser una de las mejores empresas de vino para el mundo y lo conseguimos. Han sido meses intensos de trabajo, y aunque no ha sido un camino fácil ni rápido, teníamos la seguridad de que lo conseguiríamos: al fin y al cabo ‘Dar Valor a la Tierra’ ha sido nuestro objetivo desde siempre.
Recomendamos tomarse el proceso como una oportunidad de mejora continua y la forma de poner sobre la mesa todo lo que la empresa ya hace para generar un impacto positivo, a veces incluso sin ser conscientes. Más allá de obtener un sello, es un viaje hacia una forma de crecer de manera más consciente y comprometida.

Ricard Romero: «B Corp no debe ser para todo el mundo, debe ser para quienes de verdad lo valoran y no buscan solamente un retorno económico de ello, sino formar parte de algo mucho más grande».
Ricard Romero, de Vallformosa
- ¿Qué cambios más tangibles se notan ahora que formáis parte del movimiento?
Se centran en 3 áreas:
- Negocio: captar y/o fidelizar clientes, partners y otros stakeholders sensibles con la causa para que podamos colaborar de una forma más profunda, a partir de un interés común, y así generar más y mejor negocio para todos.
- Notoriedad de nuestro modelo: afianzar el modelo/ADN de Vallformosa en la mente del consumidor, y conseguir crecer en notoriedad a través de lo que representa la certificación B Corp para la consolidación de nuestro mensaje al mundo.
- Concienciación interna: fomentar el engagement de todos los colaboradores de la empresa para ser todavía mejores en lo que hacemos en nuestro día a día.
- ¿Cómo está impactando al equipo y la cultura empresarial?
Está teniendo un impacto muy importante, como comentaba antes necesitamos que B Corp impulse el engagement interno hacia todas nuestras iniciativas y nuestro modelo, pero a día de hoy el paso que hemos dado en este sentido con la certificación B Corp ha sido muy grande.
- ¿Supone la certificación una ventaja para diferenciarse en un mercado tan competitivo?
Si, sin duda. No en todos los mercados la certificación está valorada, pero en aquellos donde lo está, es claramente un punto diferencial respecto a la competencia que nos hace tener oportunidades de abrir negocio.
- ¿En qué aspectos clave cree que el sector vitivinícola puede beneficiarse al adoptar el modelo B Corp?
Sobre todo en la parte del modelo de negocio en la parte más inicial del mismo, la agricultura, viticultura y elaboración. Estamos en un momento donde conviven muchos modelos de viticultura distintos, todos valorados de una forma u otra por los consumidores, y poder consolidar ciertas prácticas para que sean consistentes, con la ayuda de los estándares B Corp, puede ser muy beneficioso para la categoría en general.
- ¿Qué recomendaría a otra bodega que esté pensado en iniciar el proceso de certificación B Corp?
Que si se lo está pensando es porque hay una sensibilidad especial interna para ver que es un beneficio y que el esfuerzo en certificarse vale la pena. B Corp no debe ser para todo el mundo, debe ser para quienes de verdad lo valoran y no buscan solamente un retorno económico de ello, sino formar parte de algo mucho más grande.
Más información sobre la certificación B Corp en B Lab Spain, a través de este enlace.