Finca Monteveiga supone la interpretación del clásico atlántico de la bodega Mar de Frades. Un albariño que nace en la ribera del río Ulla, una zona de pequeños valles, colinas bajas y que da a lugar un vino complejo en aromas, en una edición de muy limitada producción.

Finca Monteveiga nace en el corazón de la Ribera del Río Ulla, en la zona limítrofe con la Denominación de Origen de Rías Baixas, un lugar que se caracteriza por su paisaje montañoso. Un vino que muestra su carácter atlántico en un versión más continental y longeva gracias a sus 15 meses de crianza sobre lías. Una nueva reinterpretación del característico carácter salino de la bodega.

Tecnovino, Finca Monteveiga de Mar de Frades

El lanzamiento de Mar de Frades Finca Monteveiga coincide con la nueva imagen de Mar de Frades Finca Valiñas, uno de los blancos más sofisticados de la bodega Mar de Frades, que nace en el Valle del Salnés. Un vino que no cambia su perfil enológico, pero sí evoluciona su imagen con un paisaje gallego en una nueva etiqueta.

La nueva etiqueta, que se mantiene fiel a la icónica botella azul, y muestra el inalterable el carácter de su viñedo con más de 40 años, con una representación del valle gallego. Ambos destacan por su icónica botella borgoña. Una reconocible botella con el color azul, identitario de Mar de Frades, que como su nombre describe proviene de la zona francesa de La Borgoña y que llegó a Galicia y también a la zona del Bierzo.

Viñedo, suelo y elaboración

Finca Monteveiga procede de un viñedo situado a 160 m de altitud en la subzona Ribera del Ulla, la más al norte y alejada de la costa de la D.O. Rías Baixas. Las cepas de albariño, plantadas en 2003, se conducen sobre espalderas altas, con rendimientos reducidos y una agricultura menos intensiva.

Con un suelo de menor carga granítica, en el que predominan los esquistos, unas oscilaciones de temperaturas mayores y una altitud superior, se producen vinos frescos, elegantes y longevos.

Desde Mar de Frades explican que se vendimia en cajas planas, donde cuidadosamente se colocan los racimos seleccionados y cortados a mano. Se trasladan en camión frigorífico a bodega, donde se extienden en la mesa de selección, y desde allí los seleccionados se trasladan a la prensa cerrada, de la que se obtendrá el mosto flor.

La maceración del mosto flor con sus burbas, se lleva a cabo en los depósitos Ganimede, durante 5 días a 4ºC, protegiendo el mosto con CO2 y sin adición de sulfitos. Pasado este tiempo, por decantación natural durante 48 horas, se obtiene el mosto limpio de burbas, que llevan a fermentar a un depósito de acero inoxidable, con levaduras autóctonas durante 21 días a 16ºC. Terminada la fermentación llega el tiempo de reposo sobre sus lías.

Durante el 2019 y 2020 se crió en acero inoxidable con sus lías. El primer año se realiza el movimiento de lías (batonnage) una vez cada dos semanas y el segundo año una vez al mes. Después de un tiempo de reposo
antes de su embotellado, el último año se cría en botella, reposando a temperatura controlada en bodega. La producción de Finca Monteveiga 2017 ha sido de 3.330 botellas de 0,75 l.