Bodegas Roda expone los resultados de su viñedo en Cellorigo, cultivado bajo el sistema keyline. Esta iniciativa en viticultura regenerativa demuestra el compromiso de la bodega riojana en la lucha contra el cambio climático, la erosión del suelo y la pérdida de biodiversidad, buscando optimizar recursos y asegurar la sostenibilidad futura del sector vitivinícola.
Bodegas Roda ha compartido su experiencia en el sistema de cultivo de viñedo en línea clave (keyline). La bodega plantó hace 4 años este viñedo en Cellorigo, al pie de los Montes Obarenes, el pueblo más noroccidental de la DOCa Rioja, como parte de su apuesta por la viticultura regenerativa como herramienta de lucha contra el cambio climático.

Lidia Martínez, responsable de viticultura y sostenibilidad de Bodegas Roda, explica que «en Bodegas Roda continuamos firmes en nuestro compromiso con la viticultura regenerativa. Nuestro enfoque va más allá del viñedo, creemos en la investigación como pilar fundamental para avanzar hacia un futuro vitivinícola más consciente, innovador y responsable. Jornadas como la de hoy, aportan valor y conocimiento al sector”.
La jornada donde se ha compartido esta experiencia se ha desarrollado en las antiguas escuelas de Fonzaleche (La Rioja), a través de diversas intervenciones con las que se ha querido acercar y compartir conocimientos con más de medio centenar de asistentes profesionales que han asistido. El equipo de Bodegas Roda ha mostrado la experiencia de estos últimos 4 años en el manejo de este tipo de viñedo, así como los motivos por los que decidieron apostar, en el año 2021, por esta técnica de plantación: luchar contra los efectos del cambio climático, contra la pérdida de biodiversidad del viñedo y contra la erosión del suelo.
El sistema keyline y la viticultura regenerativa
Tras la charla, Manel Badía, el experto en la materia que diseñó la plantación de la bodega del Barrio de la Estación de Haro donde se desarrolló este sistema, explicó los beneficios del diseño keyline. La “línea clave” es una metodología de diseño global que permite maximizar los recursos naturales, ya que el patrón de flujo que tiene le permite frenar la erosión y distribuir homogéneamente el agua por el viñedo, evitando escorrentías y encharcamientos, a la vez que se mejora el suelo, la fertilidad y el cultivo de la vid.
Por último, Gonzalo Villalba, de Agrovidar, realizó una aproximación a las herramientas que se ofrecen desde la agroecología y la viticultura regenerativa, para mitigar y adaptar el cultivo de la vid a las nuevas circunstancias generadas por el cambio climático. Para ello se centró en la importancia de un correcto manejo de los suelos, la agricultura del carbono, las maneras de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero desde el viñedo, el esencial manejo de la biodiversidad y el cuidado extremo al agroecosistema.
La jornada concluyó con una visita técnica al viñedo de Cellorigo de Bodegas Roda, donde los asistentes pudieron observar de manera práctica en qué consiste la técnica keyline y los beneficios en los que se traduce, tanto en el suelo como en la viña. En estas diez hectáreas de viñedo, cultivadas bajo los parámetros de la viticultura regenerativa, la bodega riojana puso en marcha en 2021 un conjunto de prácticas destinadas a recuperar la vida en los suelos, regenerar ecosistemas y contribuir con ello a frenar los efectos del cambio climático, la erosión del suelo y la erosión genética.

El sistema Keyline permite optimizar los recursos hídricos y minimizar los efectos de la pérdida de suelo, ayudando a su regeneración. El viñedo de Cellorigo en el que se ha implementado, recoge en una sola finca las diversas líneas que Bodegas Roda ha puesto en marcha en su camino hacia la sostenibilidad vitícola y que forma parte del ADN de la bodega desde su fundación. El objetivo de este modelo de plantación es obtener cada año tres cosechas: de uva, de agua y de suelo.
El viñedo de Cellorigo emplea 25 biotipos de tempranillo
El viñedo está situado en el paraje ‘El Llano de la Cuesta de la Cruz’, en Cellorigo, una de las áreas más frías y límites de cultivo de la DOCa Rioja, perfecta para alargar los tiempos de maduración de la tempranillo. En ella se utilizaron 25 biotipos de esta variedad, procedentes del banco de germoplasma de Bodegas Roda, con el fin de preservar la biodiversidad y evitar la erosión genética de esta variedad de uva. De esta forma, tras más de veinte vendimias seleccionando los clones más interesantes de entre más de 550 biotipos diferentes, plantaron esta selección clonal que representa la gran riqueza del tempranillo riojano.
El proyecto está respaldado por las ayudas a campos demostrativos, por concurrencia competitiva, que se subvencionan con el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER), para impulsar la transferencia de conocimientos y la innovación en la agricultura y las zonas rurales, mejorar la competitividad de todos los tipos de agricultura y aumentar la viabilidad de las explotaciones, y son cofinanciadas por la Unión Europea y la Consejería de Agricultura, Ganadería, Mundo Rural, Territorio y Población a través del Programa de Desarrollo Rural de La Rioja.