Uno de los vinos especiales de Bodegas Rodero tiene nueva añada: Carmelo Rodero Reserva 2020. Elaborado sobre todo con tempranillo (90%), cuenta con un 10% de cabernet sauvignon tiene 21 meses de crianza en barrica de roble francés.

Bodegas Rodero pone las expectativas altas con su Carmelo Rodero Reserva 2020. Explican que esta «añada que promete ser excepcional, llega al mercado para desafiar las expectativas de lo que un reserva puede ser».

Se compone en un 90% de la variedad de uva tempranillo y un 10% de cabernet sauvignon, procedentes de viñedos con 45 años de antigüedad. Un vino que se elabora por gravedad y la fermentación maloláctica en barrica, seguido de una crianza en barrica de roble francés durante 21 meses.

Para Bodegas Rodero «es un vino que nos transporta a la esencia misma de la tradición vinícola y a la vez nos sorprende con su carácter único y auténtico. Con su profundo color rojo cereza, aromas cautivadores y un sabor equilibrado, esta añada refleja el uso de modernas técnicas de elaboración, el intenso trabajo diario y la búsqueda constante por mejorar la calidad». Así explican que se logra la esmerada personalidad de lo que bautizan como sus «perlas negras« como llaman a sus uvas.

Y sobre esta añada destacan que «ha sido cuidadosamente elaborada para cautivar sus sentidos y brindarle una experiencia inigualable. Desde su profundo color hasta sus cautivadores aromas y su sabor equilibrado, este vino refleja la pasión y el compromiso con la calidad que caracterizan a Carmelo Rodero».

La bodega es un proyecto familiar en la localidad burgalesa de Pedrosa de Duero, por lo que se encuentra en pleno corazón vinícola de la Ribera del Duero. Elabora una amplia gama de vinos que abarca desde los más jóvenes e intensos, hasta otros más maduros con una excepcional complejidad, estructura y elegancia.