De acuerdo con el análisis del Observatorio italiano, la producción de vino en España (sin incluir mosto) caería hasta los 38,4 millones de hectolitros situándonos como segundos mayores productores en este año, mientras que la producción francesa, en línea también con la nota publicada por Agreste Conjunture del Ministerio de Agricultura, sería de 37,2 millones, con disminución del 17% con respecto a su media quinquenal. Todos ellos, afectados en sus distintas regiones vitivinícolas con difíciles condiciones climatológicas sufridas en los últimos meses.
En palabras de Ernesto Abbona, presidente de la Unione Italiana Vini: «A pesar de una disminución la producción estimada del 26%, sin embargo, según la previsión nos mantenemos por encima de 40 millones de hectolitros, lo que confirma la primacía la producción mundial de nuestro país por delante de España (38,4 millones) y Francia (37,2 millones)».

El factor que lo trastoca todo: el cambio climático

Asimismo Abbona se centró en que está siendo y será una «cosecha muy compleja» dentro de un país «caracterizado por muchos paisajes y vides diferentes» y donde ha atribuido una especial importancia «a la extraña tendencia estacional de este año» debida al cambio climático. Y señalaba que «los datos recogidos nos dicen acerca de una fuerte variabilidad cuantitativa no sólo entre zonas, sino dentro del mismo territorio entre diferentes micro-áreas e incluso entre viñedos. La calidad, en la mayoría de las áreas analizadas, permanece en estándares óptimos, aunque es demasiado pronto para determinar con certeza cómo evolucionará al final de la cosecha y en los próximos meses».
Durante la rueda de prensa del 7 de septiembre en la que se anunció la previsión de vendimia italiana, el director del ISMEA, Raffaele Borriello, hizo hincapié en la buena marcha del sector italiano del vino, particularmente en términos monetarios, incluyendo unas previsiones para superar los 6.000 millones de euros de facturación en exportaciones en 2017. Resaltó este aspecto afirmando que las exportaciones italianas han alcanzado valores históricos este año. En su discurso nuevamente estuvo presente el cambio climático al considerar que «es necesario, sin embargo, no olvidar el alcance de los efectos del cambio climático sobre los ingresos de los agricultores«. Así recalcó la necesidad del sector vitivinícola de aplicar «herramientas innovadoras para la gestión del riesgo y para salvaguardar los ingresos de los negocios».