/p>>Carácter y sutileza marcan la personalidad de estos dos vinos de Adega Pazos de Lusco que representan la esencia del terruño gallego.

Procedentes del Condado do Tea, las nuevas añadas de Lusco y Pazo Piñeiro, dos albariños de la D.O. Rías Baixas, han sido elaborados con técnicas artesanales y utilizando levaduras autóctonas en su fermentación, lo que ha dado lugar a unos vinos que reflejan la frescura y mineralidad características de la variedad de uva albariño. No obstante, cada uno tiene sus propias particularidades.
Así, Lusco 2016 es un albariño singular que, tras una corta maceración y el proceso de prensado de la uva, ha permanecido durante cinco meses en crianza sobre sus lías finas. Fruto de ello, se ha conseguido un vino que destaca por su color amarillo pajizo, y notas florales y aromas de manzana golden y pera en nariz. En boca, acidez y vivacidad caracterizan a esta añada que encuentra su maridaje ideal en la gastronomía atlántica.
Por su parte, Pazo Piñeiro 2015 ha sido elaborado a partir de la selección de las mejores uvas de albariño procedentes, principalmente, de los viñedos más antiguos de la bodega Adega Pazos de Lusco, situada en Salvaterra do Miño. Tras largas maceraciones, el mosto obtenido se ha fermentado con levadura autóctona de la propia uva. A continuación, ha reposado sobre sus lías finas durante nueve meses en depósito y, posteriormente, siete meses en barricas de roble francés dando como resultado un vino pálido y brillante, con ricos aromas varietales de hierbas frescas, seguidos de toques tostados que afloran en nariz. En boca es largo, redondo y amplio, convirtiéndose en el compañero perfecto de pescados, como la merluza o el rodaballo, carnes blancas, aves y arroces.