Las Garnachas más frescas de Terra Remota toman forma en la gama «La Parte de los Ángeles», que llega ahora con la añada 2019 de su blanco Ales Blanques y rosado Ales Roses. El tinto Ales Negres 2017 completa un trío a punto para refrescar las mesas del verano.

Tecnovino La Parte de los Ángeles de Terra Remota

Hace sólo un par de años que salió al mercado la gama ‘La Parte de los Ángeles’ de Terra Remota, con sus tres vinos jóvenes ‘Ales’ (Alas), blanco, rosado y tinto. Los tres son vinos elaborados con uvas de la variedad Garnacha, los tres son vinos jóvenes, vinos donde la fruta cautiva el paladar y llena la boca de la agradable sensación de frescor y placer propio de los vinos francos, como si, directamente desde la tierra, las uvas pasaran directamente a la copa.

Ideales para esta temporada que comienza, para disfrutar con la mejor compañía en terrazas urbanas, merenderos campestres o aperitivos de domingo con vistas al mar. La nueva añada 2019 de Ales Blanques y Ales Roses promete grandes momentos.

Pese a los 7 meses de crianza sobre lías finas que dan carácter a Ales Blanques 2019, un bouquet de flores y frutas blancas domina la nariz y la boca de este blanco expresivo y afrutado. De color dorado pálido con reflejos verdosos y brillante, en nariz es expresivo y afrutado, típico de la Garnacha Blanca, aromas de flores blancas y frutas blancas, limpio y goloso. En boca es franco y fresco con tensión y redondez, con notas de frutas blancas y flores.

Fruta y expresión son sensaciones compartidas también en Ales Roses 2019, que también tiene un leve paso por barrica para dar firmeza y tensión a un rosado que sin embargo es como una golosina, con deliciosas notas de fresas silvestres y frutas rojas que evocan su origen frutal. Este vino de color lichi claro, límpido y brillante. En nariz es expresivo y afrutado, que recuerda a las bayas rojas. En boca es franco y fresco con tensión y redondez, con aromas a fresas silvestres, frutos rojos y frutas exóticas.

El tercero en completar la gama es Ales Negres 2017, un tinto también de Garnacha con 9 meses de crianza que combina el depósito de inoxidable y el roble francés, un tinto que mantiene todo el nervio de la juventud y que ofrece un derroche de frutillos negros y rojos como cerezas, grosellas negras, frambuesas, llenan la boca y convencen. Color hermoso vestido de granate profundo brillante con tonos púrpuras. En boca es limpio y franco, energético, con mucha frescura, vino salivante, crujiente, afrutado a frutos rojos y negros, picante, con taninos fundidos.

Los tres son vinos elaborados a partir de uvas vendimiadas a mano en fincas en conversión ecológica de la Terra Alta, y vinificadas ya en las instalaciones de la bodega de Marc y Emma Bournazeau en el Empordà, todo ello bajo la batuta técnica de Edith Soler, enóloga de Terra Remota.