La investigación liderada por el Dr. Manuel Salgado, de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), destaca la aplicación innovadora de pulsos eléctricos para convertir residuos de la producción de vino en productos valiosos. El enfoque de ‘residuo cero’ propuesto no solo minimiza el impacto ambiental, sino que también resalta la versatilidad de los compuestos recuperados en las industrias alimentaria y farmacéutica, abriendo nuevas posibilidades sostenibles para la vitivinicultura.

Un estudio realizado por el grupo de investigación Química Orgánica Sostenible. Química de Alimentos y Residuos Agroalimentarios de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) revela que la aplicación de la tecnología de pulsos eléctricos presenta una alternativa sostenible y eficiente para dar valor a los residuos generados en la producción de vino.

Está liderado por el doctor Manuel Salgado, en colaboración con el profesor de la Universidad de Valencia, Francisco José Barba y , profundiza en la caracterización de los subproductos de la vinificación, como los raspones de uva, el orujo de uva y el orujo de uva agotado.

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Raspón de uva, biorresiduo generado en el proceso de vinificación

El cultivo de la uva es una actividad agrícola crucial a nivel global, y la producción de vino conlleva la generación de diversos residuos. Ante la pregunta sobre el manejo de estos restos, la investigación de la UCLM propone un enfoque de ‘residuo cero’ para la producción de vino, buscando maximizar la utilización de estos coproductos y reducir su impacto ambiental.

Tecnología de pulsos eléctricos para lograr productos de alto valor

Los resultados del estudio indican que la tecnología de pulsos eléctricos posibilita la conversión de estos biorresiduos en productos de alto valor, con aplicaciones destacadas en las industrias alimentaria y farmacéutica. En comparación con los métodos tradicionales de extracción, la técnica empleada minimiza el impacto medioambiental y permite la recuperación eficiente de compuestos como polifenoles y antocianinas, reconocidos por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.

El estudio destaca la importancia de este enfoque para gestionar la ingente cantidad de subproductos generados en la producción de vino, subrayando que estos biorresiduos contienen compuestos biológicamente activos beneficiosos para la salud humana. Además, este estudio pone de manifiesto la posibilidad de transformar estos residuos en recursos valiosos, contribuyendo así a una producción vitivinícola más sostenible y eficiente.

Reutilizar frente a eliminar

Manuel Salgado de la UCLM hace hincapié en el interés de la investigación porque “propone una solución innovadora y sostenible de utilizar los residuos generados en el proceso de vinificación, lo que puede tener un impacto positivo en el medio ambiente y en la economía de la industria vitivinícola”.

Y añade que “en la actualidad, los subproductos de la producción de vino se consideran residuos y se eliminan de manera inadecuada. Además, esta eliminación puede ser costosa para la industria vitivinícola desde el punto de vista económico. La técnica empleada permite ahorrar tiempos de reacción y emplear disolventes alternativos que generan un mínimo impacto medioambiental, en contraposición a los métodos tradicionales, lo que permite aumentar la productividad y el desarrollo, en línea con los principios de la ‘Química Sostenible’. En conjunto, ofrece una perspectiva integral para avanzar hacia prácticas más sostenibles en la industria vitivinícola. Además, los compuestos recuperados tienen una amplia gama de aplicaciones en la industria alimentaria y farmacéutica”.

Este estudio ha sido publicado en la Journal of Environmental Chemical Engineering bajo el título ‘Winemaking-derived by-products: In-depth characterization and sustainable pulsed electric field (PEF) processing to a zero-waste-based approach’.