La bodega Torre de Oña ha iniciado hace unos meses un interesante proyecto: la búsqueda, localización y adquisición de sus ‘Viñedos Artesanales’. Con la compra de estas 40 hectáreas, la bodega refuerza su apuesta por la viticultura tradicional.

El Grupo La Rioja Alta, S.A. — al que pertenece Torre de Oña — inicia un proyecto estratégico con el viñedo viejo como gran protagonista. Estas viñas en vaso, con una edad media superior a los 50 años, se ubican en pequeñas parcelas en laderas idílicas de Rioja Alavesa. Los vinos se elaborarán en una nueva zona de vinificación experimental, actualmente en construcción en la bodega de Páganos (Álava).

Tecnovino, Torre de Oña, viticultura tradicional
Con la compra de estos viñedos Torre de Oña refuerza su apuesta por la viticultura tradicional y da continuidad a un interesante proyecto

Se trata, en palabras de Roberto Frías, máximo responsable de la Sección Agrícola de La Rioja Alta, S.A., grupo vitivinícola al que pertenece Torre de Oña, «de reductos en peligro de desaparición de lo que antaño fue la viticultura tradicional de Rioja: pequeñas parcelas perfectamente integradas en el paisaje, ubicadas en parajes singulares estratégicamente escogidos y que no han sufrido alteraciones con el paso de los años».

Para Frías lo más emocionante del proyecto es que se trata de «viejas cepas en vaso, muchas centenarias, de retorcida fisonomía, con el coupage de variedades en el propio viñedo y densidades de plantación altas». Y enfatiza que son «en su gran mayoría de laboreo mecánico, que ofrecen producciones muy pequeñas, pero de una calidad excelsa «.

Vinos más profundos, emocionantes y originales

Hasta la fecha ya se han adquirido 40 ha de estos viñedos y «nos hemos puesto como meta alcanzar las 75», afirma Guillermo Aranzabal, presidente del Grupo La Rioja Alta, S.A. «En la vendimia 2021 elaboramos las uvas de las primeras 29 hectáreas, repartidas en docenas de parcelas, y el resultado fueron unos vinos muy emocionantes, profundos y originales, con una gran diversidad de aromas y sabores», destaca Aranzabal.

Este nuevo proyecto estratégico puesto en marcha por la bodega alavesa responde a la pregunta «¿Qué más podemos hacer para mejorar nuestros vinos?». «Durante las últimas décadas» señala «hemos invertido mucho en tecnología, en ser autosuficientes en el viñedo, en renovar el parque de barricas, etc. y ahora creemos que podemos y debemos seguir mejorando nuestras uvas, aplicando esta exigente filosofía de pequeño viticultor, que ha sido recibida por el equipo de bodega con mucha ilusión y esperanzas».

Desde el grupo han anunciado la construcción de una pequeña bodega de elaboración muy selectiva en el interior de Torre de Oña «para conocer mucho mejor cada una de estas extraordinarias parcelas» y descubrir así su verdadero potencial».

Una nueva zona de vinificación experimental que estará lista para la próxima vendimia y que dispondrá de nueve pequeños depósitos troncocónicos, perfectos para trabajar por separado con las uvas de cada paraje o parcela.