Durante diez meses, el Buque de la Armada Española ha guardado en su interior dos medias botas de Amontillado de Jerez. Representa la recuperación de una tradición bodeguera que consistía en enviar botas en las largas travesías para que la mar favoreciera la evolución del vino.

Viña AB Estrella de los Mares el Amontillado de Jerez de González Byass

González Byass, bodega familiar fundada en Jerez en el año 1835, cuenta entre su gama con Viña AB Estrella de los Mares Amontillado “de ida y vuelta”, del que ha embotellado 510 botellas.

Se trata de un vino que se ha adaptado a las condiciones tan especiales de la travesía, con una temperatura uniforme y donde el movimiento del barco ha facilitado la microoxigenación de las levaduras y ha reactivado la crianza biológica. A partir de ese momento, ha sido la crianza oxidativa la que ha tomado protagonismo originando reacciones químicas (oxidación y polimerización), así como la extracción de los componentes de la madera, como la vainillina y el ácido gálico de los taninos de las duelas.

Todas estas circunstancias, añadidas a la concentración por evaporación de parte del contenido de las botas, han propiciado un vino con un color ámbar intenso, más redondo y complejo, con una notable influencia de su larga crianza biológica, así como con un componente salino muy acentuado debido al aporte de la brisa marina. Cada bota es un ecosistema único y singular.

Viña AB Estrella de los Mares el Amontillado de Jerez de González Byass

Un vino cuya selección en bodega ha sido realizada por parte de Antonio Flores, enólogo de González Byass. Se ha buscado un vino con capacidad de evolucionar y mejorar en su periplo por el mar. Se ha pensado en un vino “vivo”, como Amontillado Viña AB, procedente de una sola bota de la bodega “La Constancia”, la número 74. Con un envejecimiento de 12 años, milagrosamente mantenía un ligero y delgado velo de flor.

González Byass, bodega que apuesta fuertemente por la sostenibilidad, ha recuperado así la tradición bodeguera de enviar vinos “en viaje redondo”. En concreto, este vino ha estado a bordo del buque insignia de la Armada Española, el Juan Sebastián de Elcano, durante su 93º crucero de vuelta al mundo. Además, esta práctica también simboliza el homenaje que González Byass ha realizado a aquellos navegantes que hace 500 años cambiaron el curso de la humanidad al completar la primera circunnavegación del planeta.