La colección Alto Prestigio del grupo Codorníu Raventós lleva un año en marcha desde que se lanzaran los primeros vinos exclusivos que forman parte de esta gama. Las ventas de la división de prestigio ya representan un 2% del total de la facturación. El proyecto de selección de viñas únicas, que se inició en 2006, se dio a conocer el año pasado con el lanzamiento de sus primeros vinos, que agotaron su stock en pocos meses.

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El grupo Codorníu Raventós ha cumplido un año desde que lanzara los primeros vinos exclusivos que forman parte de su proyecto enológico de alto prestigio. El Casino de Madrid ha sido el escenario elegido el 16 de noviembre para presentar todos los nuevos lanzamientos de este portafolio tan exclusivo y algunos de sus futuros proyectos. Entre las novedades destacan los vinos singulares de Viña Pomal: un Maturana Blanco y Tempranillo Blanco Reserva, el Legaris Calmo, un Ribera de Duero icónico de autor, y futuros lanzamientos como el nuevo Ars Collecta 456, del que dicen que ya está considerado un referente en el sector del cava.
En el evento, en el que han participado todos los enólogos del grupo Codorníu Raventós, se han presentado además todas las nuevas añadas de la colección de prestigio como las de Scala Dei Masdeu, Viña Pomal Alto de la Caseta, entre otros vinos. Como curiosidad, los enólogos han abierto durante la jornada algunas de las añadas más míticas de las bodegas del grupo, como un Viña Pomal 1978, un Viña Paceta 1992, o un espumoso de 1999.

Javier Pagés, director general del grupo: “Es nuestra razón de ser tener viñedos y bodegas propios para, de este modo, controlar todo el proceso de elaboración y ser dueños de nuestro futuro”.

Sobre la colección de prestigio, el grupo Codorníu Raventós explica que ha contado con «una excelente acogida entre profesionales y aficionados del sector». Muchos de los vinos que se lanzaron hace un año han agotado stocks y han recibido multitud de premios y reconocimientos internacionales. Destacan los 96 puntos de Masdeu en el Wine Advocate o haber recibido ya el premio al mejor cava de España con el Ars Collecta 456.

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Los enólogos de las distintas bodegas del grupo Codorníu Raventós, de izquierda a derecha: Ricard Rofes (Scala Dei), Bruno Colomer (Codorníu), Eli Figueras (Raimat), Jorge Bombín (Legaris) y Diego Pinilla (Bodegas Bilbaínas).

La división de alto prestigio

El grupo Codorníu Raventós ha puesto en marcha una división de alto prestigio, formada por grandes sumilleres, que está representando esta parte del portafolio en el mercado. En su primer año de existencia, la división ha facturado 2,5 millones de euros.
Javier Pagés, director general del grupo destaca que “Codorníu lleva casi 500 años buscando la calidad, explorando nuevos cavas y vinos e innovando constantemente. Es nuestra razón de ser tener viñedos y bodegas propios para, de este modo, controlar todo el proceso de elaboración y ser dueños de nuestro futuro”.
Con esta premisa, el grupo Codorníu Raventós inició en 2006, junto a todos los enólogos de las bodegas y el equipo de viticultura, un proceso de clasificación de todos los viñedos de cada una de las regiones con el fin de seleccionar aquellas microparcelas únicas y elaborar vinos que representen lo especial de cada región y que hoy constituyen este portafolio tan único.
Javier incide: “esta gama de vinos y cavas de alta calidad, aunque representan un porcentaje menor en toda la facturación del grupo, son nuestra clara apuesta de futuro, ya que simbolizan todo nuestro esfuerzo para aportar calidad a todos los productos que tenemos, no sólo a los de este portafolio en concreto”.
El grupo Codorníu Raventós ha invertido en sus proyectos de alto prestigio más de un millón de euros en el último año para seguir focalizándose en la mejora continua a nivel calidad y en I+D. Por ejemplo, el enólogo de Codorníu ha empezado a hacer pruebas con foudres, depósitos de cemento, y utiliza una nueva prensa de máxima calidad que sólo extrae la mejor parte del mosto.