La emblemática finca de Costers del Segre donde se ubica la bodega Castell del Remei da un nuevo paso en su apuesta por la sostenibilidad e instala 270 paneles fotovoltaicos ocupando una superficie de 540 m2. Esta iniciativa supondrá para la bodega un ahorro del 40% de su consumo energético y además dejará de emitir 49 toneladas de CO2 a la atmósfera, aportando su granito de arena en la lucha contra el cambio climático. Esta bodega lleva desde 2016 potenciando sus políticas de conservación del entorno y protección de la biodiversidad.

Tecnovino Castell del Remei

Castell del Remei, la bodega más antigua de Cataluña, con una historia que comienza en 1780 en la localidad leridana de Penelles (DO Costers del Segre) da un paso adelante en la sostenibilidad y el combate contra el cambio climático estrenando una flamante instalación de autoconsumo  dotada de 270 paneles fotovoltaicos de 435w con una superficie de 540m2 fabricada por Longi, líder mundial en la fabricación de módulos solares.

Con este nuevo recurso energético,  la bodega consigue una potencia pico de 117,450 Kwp y capacidad de producir 138,736 Kwh de media, lo que se traduce en 49 toneladas menos de C02 que se emiten a la atmósfera y supone un 40% de ahorro en el consumo energético de la bodega.

La inversión en este tipo de energía se espera que sea amortizada en menos de cinco años, un beneficio añadido a la apuesta cada vez mayor de Castell del Remei por la preservación del entorno natural que rodea a la bodega, consciente del relevante papel que desempeñan las empresas vitivinícolas en la lucha contra el cambio climático y la reducción de emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera.

Apuesta por la sostenibilidad y la biodiversidad

Desde 2016 Castell del Remei ha invertido en sostenibilidad y la conservación del entorno de la bodega con acciones como la instalación de una isla flotante en el lago con flores silvestres, la creación de un nuevo centro de recepción de visitantes o la plantación de más de medio millar de árboles (cipreses, plataneros, fresnos o arces, entre otras especies) en sus alrededores, que componen un bello enclave turístico y de observación de la naturaleza.

Además, ha reintroducido varias especies de aves, como lechuzas y cernícalos (aves rapaces en peligro de extinción), construido nidos de cigüeñas que permitan la repoblación de esta especie protegida en su arboleda y cajas nido para los murciélagos en los árboles próximos a las viñas. Estos animales, una especie protegida, son depredadores de insectos (uno solo puede comerse más de 120 mariposas de carcoma o 500  mosquitos en una sola noche) y contribuyen a la conservación de la salud de las viñas.

Estas acciones son parte de su política de Responsabilidad Social, dentro de la cual, Castell del Remei colabora con diversos organismos entregados a la conservación de la biodiversidad y la protección de especies amenazadas.