La Rioja Alta apuesta por la visión artificial para revolucionar la trazabilidad en la bodega. Ha implantado un sistema pionero que le permite monitorizar individualmente cada botella producida, para optimizar la calidad y el servicio al cliente en todo el mundo.

El grupo bodeguero La Rioja Alta, S.A. ha puesto en marcha un ambicioso proyecto que, mediante el uso de nuevas tecnologías como la visión artificial. Señalan que supone una revolución en el modo de gestionar y controlar la trazabilidad y la calidad gracias a la creación de una aplicación no desarrollada hasta la fecha en el mercado.

Tecnovino La Rioja Alta visión artificial trazabilidad

Como explica José Domingo Reinares, director de Procesos y Planificación de La Rioja Alta, S.A. «este nuevo sistema, implantado desde finales de junio y en el que llevamos trabajando más de un año, nos permite identificar y monitorizar individualmente todas y cada una de las botellas, desde el momento del etiquetado del vino hasta que es servido a cada cliente, distribuidor o importador en cualquier lugar del planeta».

El sistema de visión artificial 360°

Para ello, se ha instalado dentro de la línea de etiquetado un sistema de visión artificial 360° que, mediante cinco cámaras, fotografía completamente cada botella y escanea los códigos alfanuméricos de la precinta oficial otorgada por el Consejo Regulador. Toda esa información es marcada posteriormente en la botella mediante un código Datamatrix con tinta ultravioleta cuya lectura se realiza de manera automática, rápida y segura y que además, queda registrada simultáneamente en el sistema informático de la compañía, integrándose por completo y mejorando la calidad, producción y logística de la bodega.

En palabras del Consejero Delegado de La Rioja Alta, S.A., Ángel Barrasa, la reciente activación de este novedoso sistema «redundará en claros beneficios para el cliente final, entre los que destacan el control absoluto del producto terminado, la rápida detección y solución de problemas de calidad, la identificación de posibles fraudes o, a nivel interno, la reorganización y optimización de los complejos procesos del movimiento de los vinos«.

Un proyecto que, continúa Barrasa, «nos refuerza en nuestro camino en la Industria 4.0. y en nuestra apuesta por las nuevas tecnologías y la innovación».