La bodega Palacio de Villachica situada en la D.O. Toro, a los pies del Duero, ha comenzado este año con el lanzamiento de un nuevo vino, Palacio de Villachica Dehesa San Andrés Vendimia Seleccionada. Un vino concentrado, complejo, suave y elegante, que contiene toda la esencia de la tinta de toro. Con esta nueva incorporación, la bodega amplía su familia y completa su gama de vinos.

La bodega Palacio de Villachica completa su gama gama de vinos de DO Toro, Palacio de Villachica Crianza y Arbocala con el lanzamiento de Dehesa San Andrés Vendimia Seleccionada, un vino sutil y elegante y con una gran personalidad. Con esta nueva incorporación a la familia, Palacio de Villachica sigue el camino de los vinos castizos y auténticos, vinos con personalidad, calidad e identidad. Los responsables de la bodega han querido destacar que se trata de una edición limitada con características realmente únicas y singulares respecto al resto.

Tecnovino bodegas Palacio de Villachica nuevo vino Dehesa San Andrés
Palacio de Villachica amplia su familia con el lanzamiento de Dehesa San Andrés Vendimia Seleccionada

Palacio de Villachica apuesta por la elaboración de grandes vinos basados en el respeto al medio ambiente, la tradición y el equilibrio con el entorno; vinos que representen la tipicidad de los suelos y variedades con las que trabajan. Y es la filosofía de Palacio de Villachica es elaborar vinos que reflejen claramente su origen. En este contexto, todos sus vinos se elaboran a base de uvas de la variedad tinta de toro. Desde la firma destacan que «estas uvas son las que dotan a nuestros vinos de su personalidad y carácter».

Notas de cata

En Palacio de Villachica añaden que «el máximo cuidado del viñedo, junto a la selección de uva en viña y posteriormente en bodega», ha dado lugar a un vino con notas de color rubí con ribetes púrpuras de intensidad profunda. En nariz es intenso con aromas de frutas rojas y negras, como la cereza, la grosella y la mora. También presente la madera con notas de cacao, vainilla y chocolate. Su entrada en boca es golosa, con mucho cuerpo, tanino presente, sabores a cacao, madera tostada propios de su crianza en barrica. Complejo, envolvente y largo. En plena juventud pero con mucho carácter y personalidad.