En 2022 se adhirieron al sello ‘Wineries for Climate Protection’ 24 bodegas españolas una vez consiguieron pasar la auditoría para lograrlo. Esta certificación surgió en 2016 y fue la primera y única específica para bodegas en materia de sostenibilidad medioambiental.

Cada vez más bodegas se suman al certificado ‘Wineries for Climate Protection’, precisamente el año 2022 ha sido de récord en crecimiento de firmas certificadas. En 2023 el sello amplía el nombre y le añade «Sustainable» por lo que pasa a denominarse ‘Sustainable Wineries for Climate Protection’ y suma nuevos criterios de sostenibilidad social, económica y de gobernanza en la auditoría que han de cumplir las bodegas.

Tecnovino Sustainable Wineries for Climate Protection logo

Así 24 bodegas de todo el territorio nacional han superado por primera vez el pasado año la auditoría de verificación necesaria para obtener el certificado ‘Wineries for Climate Protection’, una cifra récord en un solo año desde que en 2016 la primera bodega obtuvo este sello desarrollado por la Federación Española del Vino (FEV) como la primera y única certificación específica para bodegas en materia de sostenibilidad medioambiental en su momento.

Solo el pasado mes de diciembre, fueron 7 las bodegas certificadas: Bodegas La Horra, Bodegas de Sarría, Bodegas Más Que Vinos, Altos de Torona, Finca Valpiedra, Bodegas Illana y Bodegas Protos, lo que ha elevado hasta 60 el número total de empresas de han superado hasta 2022 la auditoría por parte de alguna de las entidades de certificación independientes acreditadas para ello.

Todas estas bodegas, por tanto, han demostrado su compromiso y buen desempeño en los cuatro pilares de sostenibilidad medioambiental que hasta ahora evaluaba el certificado: reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, eficiencia energética y uso de renovables, reducción de residuos y gestión del agua.

Nuevo nombre, ‘Sustainable Wineries for Climate Protection’ y nuevos criterios

El incremento exponencial de bodegas certificadas en el último año coincide además con otro hito clave para el futuro del esquema y es que, como se anunció el pasado mes de noviembre, desde el 1 de enero de este mismo año el certificado pasa a llamarse ‘Sustainable Wineries for Climate Protection’ e incluirá también criterios de sostenibilidad social, económica y de gobernanza en la auditoría que deben superar las bodegas, con el fin de alinearse de una manera más precisa con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), de Naciones Unidas y adaptarse a los estándares más exigentes de la distribución y los consumidores.

En este sentido, las 60 bodegas que han obtenido el certificado hasta 2022 tendrán hasta el 31 de diciembre de 2023 para evaluarse de los nuevos requisitos y mantener así el sello. Por su parte, todas aquellas bodegas que soliciten el certificado por primera vez este año ya lo harán bajo el nuevo esquema integral ‘SWfCP’.

Al igual que en su versión anterior, ‘SWfCP’ está basado en una filosofía de mejora continua donde las bodegas deben contar con un plan específico para cada área, cuyo desarrollo es verificado cada dos años a través de una auditoría externa por parte de alguna de las certificadoras acreditadas para ello.

Una certificación adicional: “Spanish Wineries for Emission Reduction”

La certificación contempla una categoría adicional, “Spanish Wineries for Emission Reduction”, que implica una mayor exigencia en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y condiciones adicionales en materia energética y de reducción de huella de carbono.

Las ventajas de Sustainable Wineries for Climate Protection

A través de este esquema, las bodegas no solo pueden demostrar su sostenibilidad de manera rigurosa y medible, sino que obtienen un sello diferencial que les permite dar respuesta a las demandas más exigentes de los consumidores y poner en valor su compromiso y esfuerzos por el desarrollo sostenible.

Las ventajas que destacan sobre este certificado son las siguientes:

  • Demostración rigurosa y medible de la sostenibilidad y alineamiento con los ODS.
  • Ahorro en el medio y largo plazo gracias a la mejora de procesos.
  • Valor diferencial en el mercado.
  • Sello reconocido por la distribución nacional e internacional.
  • Mayor puntuación en los Programas de Apoyo al Sector Vitivinícola.
  • Acceso directo y ágil al Registro Nacional de Huella de Carbono del MITECO.

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