El consorcio liderado por Bodega Matarromera, Pago de Carraovejas y Ence ha alcanzado un hito en sostenibilidad en su proyecto Vinebox al desarrollar una bobina de papel fabricada con celulosa de sarmientos de poda de vid, marcando un avance significativo hacia la producción de soluciones sostenibles en el sector vitivinícola.

El consorcio formado por Bodega Matarromera, Pago de Carraovejas y Ence, con la colaboración de Papelera de Brandia, ha alcanzado un importante hito en el proyecto Vinebox. Este proyecto tiene como objetivo valorizar de manera sostenible los residuos de poda de vid, y recientemente ha logrado desarrollar con éxito una bobina de papel con características excepcionales.

Esta bobina está fabricada con celulosa de calidad Naturcell®, obtenida a partir de sarmientos de poda de vid. La fabricación se llevó a cabo en Papelera de Brandia, cumpliendo con rigurosos estándares de calidad para la producción de etiquetas y cajas para botellas, las cuales serán sometidas a pruebas por las bodegas participantes.

Tecnovino- proyecto VINEBO, bobina de papel fabricada con celulosa de sarmientos de vid

Este logro marca un avance significativo en términos de eficiencia y sostenibilidad, poniendo de manifiesto el potencial de la biomasa como una fuente renovable y responsable para la elaboración de bioproductos. Asimismo, representa un paso crucial hacia el objetivo final del proyecto Vinebox™: la producción de cajas y etiquetas sostenibles y completamente renovables para las bodegas involucradas.

La utilización de celulosa elaborada a partir de residuos de poda de vid con la pasta Naturcell de Ence refleja el compromiso del consorcio con la sostenibilidad, la economía circular y la excelencia en calidad.

El proyecto, financiado por la Unión Europea y el Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI) con fondos FEDER, cuenta con un presupuesto de 879.539,00 € y un tiempo de ejecución de 30 meses. Además, participan como entidades subcontratadas el Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA-CSIC), el Instituto Tecnológico del Embalaje, Transporte y Logística (Itene), y la empresa Athisa, que aporta soluciones para el servicio de recogida y acopio de las podas de sarmiento.

Bioeconomía circular y revalorización de residuos agrícolas

En la presentación de este nuevo hito, Antonio Casal, director de Desarrollo de Negocio de Celulosa de Ence, ha puesto de relieve la importancia de la apuesta de Ence por la I+D y la relevancia que debe tener la sostenibilidad en la búsqueda de soluciones innovadoras, involucrando a bodegas pioneras en éste área. «Este nuevo paso en el proyecto demuestra el compromiso firme de Ence con el impulso de la transición hacia una bioeconomía circular. Esta bobina es el símbolo de que seguimos avanzando y trabajando por ofrecer soluciones sostenibles, aprovechando los recursos naturales y aportándoles valor. Asimismo, Casal ha subrayado “la ayuda y la colaboración de Brandia, que en todo momento ha ofrecido su tecnología y experiencia para contribuir al buen fin de este proyecto innovador”.

Por otro lado, Gaspar Barreras, director general de P. Brandia, ha agradecido la oportunidad de formar parte de este proyecto, que puede contribuir a revalorizar residuos agrícolas. Una iniciativa que, además, pone de manifiesto cómo Ence y P. Brandia, a través de su tecnología, pueden aportar innovación y valor a un proyecto tan creativo y puntero como este.

Tecnovino- proyecto VINEBO, bobina de papel fabricada con celulosa de sarmientos de vid

Por su parte, Carlos Moro, presidente de Bodegas Familiares Matarromera, ha hecho hincapié en que “desde hace 22 años llevamos desarrollando nuevos productos, ingredientes y marcas como Sanclodio, Viña Caeira o Casar de Vide en Galicia. De aquí nace la idea de reutilizar los residuos de poda de vid dotándoles de una segunda vida y así devolver a la naturaleza lo que nos da, reduciendo los efectos nocivos de las quemas. Para ello ha habido un completo plan logístico de recogida, acopio, astillado y valorización y que encaja en lo que personalmente denomino economía esférica, integrándose perfectamente en el plan de sostenibilidad de nuestras bodegas.”

En este contexto, Pedro Ruiz, CEO de Alma Carraovejas, ha declarado que «la sostenibilidad en Alma es cultura de trabajo, un valor que impregna todas las decisiones y procesos convirtiéndose en parte de nuestra filosofía. Hemos adquirido el compromiso de proteger y custodiar nuestro entorno, implementando medidas que se vean reflejadas en el futuro. Buscamos llegar al desarrollo sostenible en toda la cadena de valor y centramos los esfuerzos en promover una economía circular que genere alternativas a los residuos que se originan durante todo el proceso».

Por último, Eva Navascués, directora de I+D+i de Pago de Carraovejas, afirma que «ha sido un logro poder crear la primera bobina de papel procedente de los sarmientos de nuestra finca. El proceso ha sido complejo en la parte técnica pero finalmente hemos conseguido el papel con el que poder crear cajas y etiquetas. Ahora, tenemos que demostrar que la recogida de sarmientos y tramitado para su valorización sea sostenible económicamente para que se convierta en una solución que evite la quema de estos residuos que genera el sector vitivinícola y que redunda en la protección ambiental».