La Comisión Europea comunica que prorroga el paquete de medidas de apoyo al sector vitivinícola por un año. Así las medidas serán aplicables hasta el 15 de octubre de 2021 y retroactivas desde el 16 de octubre de 2020.

Duramente afectado por las consecuencias de la crisis de Covid-19, el sector vitivinícola ha sufrido el cierre de restaurantes y bares en toda la Unión Europea, las restricciones y cancelación de celebraciones, así como los rápidos cambios en la demanda. De forma que partiendo de esta base, la Comisión el pasado 28 de enero comunica que ha adoptado la prórroga de las medidas excepcionales de apoyo al sector vitivinícola por un año. De esta forma, las medidas van a ser aplicables hasta el 15 de octubre de 2021 y retroactivas desde el 16 de octubre de 2020. Añaden además que los aranceles de EE.UU. sobre el vino de la UE también han contribuido a las dificultades del mercado, limitando las exportaciones a EE.UU., en el contexto del conflicto Boeing/Airbus en la OMC.

Adoptadas en 2020, las medidas pretenden maximizar el uso del presupuesto disponible en los programas nacionales de apoyo al vino.

La adopción prorroga las siguientes medidas excepcionales:

• Ayuda a la destilación y al almacenamiento de crisis y pagos anticipados: estas medidas permiten retirar el vino del mercado de la UE, limitando el impacto negativo en los precios y mejorando la tesorería de los operadores. Los Estados miembros pueden conceder pagos anticipados por el 100% de los costes, lo que les permite utilizar plenamente los fondos de sus programas nacionales de apoyo y liberar más rápidamente la presión del mercado.
• Mayor contribución de la Unión Europea: la contribución de la Unión Europea para todas las medidas de los programas nacionales de apoyo al sector vitivinícola podrá alcanzar el 70%, lo que supone un aumento del 20%. De este modo, se seguirá proporcionando un alivio financiero a los beneficiarios.
• Mayor flexibilidad en los programas de apoyo al mercado: esto incluye, por ejemplo, una mayor flexibilidad de los instrumentos para controlar el potencial de producción, como la cosecha en verde, y la posibilidad de que los Estados miembros adapten sus programas de apoyo al vino y de que los beneficiarios ajusten sus operaciones según sea necesario.

Debido a los desafíos sin precedentes causados por la pandemia de Covid-19, la Comisión Europea adoptó un primer paquete de medidas en mayo de 2020. Estas medidas se complementaron con un segundo paquete para el sector vitivinícola adoptado en julio de 2020.