La Denominación de Origen Cava apuesta por la elaboración de Cavas de Guarda Superior tras la finalización de la vendimia de este año 2023. Este enfoque se da en respuesta a la demanda de uva con segmentación de Guarda Superior.

La Denominación de Origen Cava da por terminada la vendimia de 2023. Destacan la fuerte apuesta por la elaboración de Cavas de Guarda Superior motivada por la demanda de uva con la segmentación de Guarda Superior. Precisamente esa fue la causa de que la pasada vendimia fuera la primera con una diferenciación entre las uvas provenientes de parcelas con destino exclusivo y los Cavas de Guarda Superior.

La vendimia, que empezó a principios de agosto como el año anterior, ha obtenido resultados dispares en las distintas regiones que conforman la D.O. Cava. Esta es la consecuencia de ser una denominación de origen supraautonómica. Aún así, el conjunto de la cosecha ha sido equilibrado.

Sin embargo, existen regiones que se han visto más afectadas, como es el caso de la subzona Valls d’Anoia-Foix, perteneciente a Comtats de Barcelona.

La preservación del alto nivel cualitativo del cava es uno de los retos principales entre viticultores y elaboradores. Evidencia de ello es la consolidación del sistema de control con entrada de datos cualitativos y cuantitativos a tiempo real son un pilar fundamental del Consejo Regulador. De esta forma, los viñedos y bodegas tienen un seguimiento continuo.

Dadas las difíciles condiciones climáticas de este año y la desafiante cosecha con motivo de la irregularidad de las condiciones climáticas, la escasa precipitación y las altas temperaturas, la actual vendimia sirve como alerta del futuro. La viticultura seguirá exigiendo un grandísimo esfuerzo y dedicación de todos los participantes involucrados en el proceso de la elaboración del cava.

Ante esta situación el Consejo Regulador demuestra su apoyo a elaboradores y viticultores con el propósito de mitigar los retos climáticos y hacer frente al nuevo escenario debido a las difíciles condiciones.

Javier Pagés, presidente del Consejo Regulador de la D.O. Cava, “resalta las condiciones extremas que han tenido que hacer frente los viticultores y elaboradores”, aunque, a su vez, “se congratula de la calidad excepcional de las uvas por su estado sanitario como de sus valores de maduración con un grado y una acidez adecuadas para la elaboración de cava”.