/p>>La Comunidad de Madrid ha iniciado una investigación sobre la elaboración de vinos de baja graduación por reducción parcial o total de alcohol, con el objetivo de satisfacer la demanda de estos productos y de atraer nuevos consumidores, a petición de la D. O. Vinos de Madrid.

El Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (Imidra) es el organismo encargado de llevar a cabo esta investigación destinada a elaborar vinos de baja graduación. El objetivo es conseguir vinos de baja graduación que puedan estar englobados dentro de la D.O. Vinos de Madrid, lo que implica que no se puede hablar de vinos ‘cero cero’, ya que la graduación mínima que deben presentar es de 8 grados. Este estudio se desarrollará en los próximos cuatro años con las variedades Airén y Malvasía. Para ello se utilizarán levaduras que produzcan menor graduación de alcohol a partir del mismo contenido en azúcar y variedades de uva con menor grado alcohólico pero que tengan más aromas y contenido polifenólico.
Se estudiará además un proceso de desalcoholización que no afecte al equilibrio entre aroma y acidez. Desde los 80, en el sector del vino tinto se ha producido una situación que algunos enólogos definen como el ‘Efecto Parker’ motivada por las puntuaciones más altas que el crítico de vinos estadounidense Robert Parker dio a los vinos tintos con mayor contenido polifenólico y aromas afrutados. Por ello, vinos de zonas como La Ribera del Duero o el Priorato están entre los más famosos del mundo, mientras que en los 60 eran denostados por su aspereza y alto grado alcohólico. Este hecho ha ocasionado un progresivo aumento del contenido de alcohol en los vinos tintos, que han pasado de los 12,5-13,5º a los 14,5-15º. Este incremento se produce porque para conseguir una madurez polifenólica de varietales tintos en zonas más áridas, es necesario vendimiar la uva más tarde, de manera que los contenidos de azúcar aumentan y desciende mucho la acidez. Las tendencias de consumo se orientan cada vez más por productos de menor graduación alcohólica, como ocurre con las cervezas sin o cero cero.
Además, en los procesos de exportación, los vinos con mayor graduación sufren otra dificultad añadida, ya que por encima de los 14º son gravados con mayores impuestos. Hoy en día los consumidores demandan vinos de 12-12,5º, con aromas y color elevado e incluso bebidas procedentes de la uva con graduaciones de menos de 5º de alcohol. El Gobierno regional, a través del Imidra, mantiene en estos últimos dos años varias investigaciones con el objetivo de contribuir a la modernización y competitividad del sector vitivinícola.
Gracias a esta estrecha colaboración con el sector se consigue la permanente mejora de la calidad de los vinos. Entre ellos se encuentran la identificación de variedades minoritarias que se encuentran en los viñedos más viejos y susceptibles de ser recuperadas en función de las exigencias del mercado o el proyecto de la selección de clones libres de virus y adaptados a las condiciones ambientales de las distintas subzonas de la D.O. Vinos de Madrid de la variedad Moscatel de Grano Menudo.