La bodega Ponte da Boga, propiedad de Corporación de Hijos de Rivera, sigue firme en su apuesta por la uva godello, por un lado presenta como novedad por el vino “O” y el rediseño de su reconocido “G”. A ambos les une la variedad godello pero la diferencia es que pertenecen a diferentes denominación de origen. El nuevo lanzamiento se hace bajo la Denominación de Origen de Valdeorras, mientas que “G” es de la D.O. Ribeira Sacra. El nuevo vino contiene todos los rasgos propios de esta variedad de uva y los matices únicos y diferenciadores que le concede la zona en la que se cultiva y “G” cambia ahora a una botella borgoña y su etiqueta estará impresa con tintas termosensibles.

“O” y “G” son la materialización de la apuesta por el godello de Ponte da Boga, propiedad de Corporación de Hijos de Rivera. La firma lanza su segundo blanco Godello, en esta ocasión bajo la Denominación de Origen de Valdeorras, con el que pisa fuerte ante la creciente demanda de esta variedad de uva en el mercado. Y en el caso de “G” han decidido dar un vuelco a su diseño, cambian a una botella borgoña y la etiqueta se imprime con tintas termosensibles, muy prácticas ya que cambiarán una vez que el vino alcance la temperatura idónea para su consumo.
Tecnovino Ponte da Boga Godello O G
Tras el éxito de “G”, su primer Godello de D.O. Ribeira Sacra que cuenta con todos los rasgos propios que le aportan sus viñedos de origen, los enólogos de la bodega dan un paso más ahora con la elaboración de “O”, este nuevo blanco de la misma variedad reina, pero con diferente D.O.
Mientras los sabores dominantes de ambos vinos recuerdan a la pera limonera, la manzana verde y a mineral, sus características aromáticas afrutadas son algo distintas, destacando en este nuevo Godello los toques a melocotón, piña, y dulces notas de melón y albaricoque. Estos nuevos matices de sabor se deben en gran parte al clima y las características de suelo de la zona en la que nacen las vides.
“Para nosotros es un lujo poder poner todo nuestro esfuerzo en obtener grandes vinos como estos, que poco a poco van conquistando a un mayor número de consumidores y amantes del vino. El Godello es una variedad en auge y desde la bodega hemos querido reforzar nuestra gama con una importante apuesta, tanto en términos de denominación de origen como de diseño” señalan desde Ponte da Boga.

Los nombres de los vinos son un juego de palabras

Si a la variedad blanca de la Ribeira Sacra se le otorgó la inicial G, primera letra de la excelente uva con la que está elaborado, este segundo lleva por nombre la O. La combinación de ambas letras forma “GO”, que no solo nos conduce a la uva, sino también al concepto de avanzar e innovar que preside la filosofía de la bodega (la palabra inglesa «go» precisamente significa dirigirse, avanzar, ir…).
Tecnovino Ponte da Boga Godello O G
Este nuevo lanzamiento se presenta en la clásica botella bordelesa, con etiqueta blanca y limpia en la que reina su inicial y su denominación de origen. Así, El nuevo Godello de D.O. Valdeorras, “O”, destaca su propia personalidad frente al ya reconocido “G”.
Por su parte, “G”, el godello de la D.O. Ribeira Sacra, también evoluciona ahora a una botella borgoña y su etiqueta estará impresa con tintas termosensibles que cambiarán su diseño una vez que el vino alcance la temperatura idónea para su consumo. Su Denominación de Origen también destacará en el frontal de su etiquetado.
Tecnovino Ponte da Boga Godello O G
Con este Godello ya son nueve los diferentes vinos con los que cuenta en el mercado la bodega Ponte da Boga: cinco tintos, tres blancos y un rosado elaborados a partir de las seis variedades de uva autóctona de la zona. Una vez más, Ponte da Boga señala que demuestra su confianza y apuesta «por poner en valor las excelentes variedades de uva de esta zona».

Ponte da Boga, bodega más antigua de la Ribeira Sacra

Ponte da Boga es la bodega más antigua de la Ribeira Sacra. Propiedad de Corporación Hijos de Rivera, está enclavada en el municipio de Castro Caldelas, en la Ribeira Sacra ourensana. Fue construida en 1898 por una familia originaria de la zona y disfrutó de una gran actividad hasta finales de los 60, en que se produjo el cese de su producción, permaneciendo cerrada hasta 1999 cuando viticultores de la zona decidieron rehabilitarla y retomar la tradicional elaboración de sus vinos.
En 2005 la bodega pasó a ser propiedad de Corporación Hijos de Rivera. Desde entonces, ha invertido gran parte de sus esfuerzos en el ámbito de la investigación con el objetivo de recuperar variedades autóctonas de uva, prácticamente abandonadas, con las que elaborar vinos de fuerte personalidad y, sobre todo, de firme identificación con la zona.
Tras muchos años de trabajo, desde Ponte da Boga dicen que es «a día de hoy una referencia de apuesta por la investigación, la calidad y la diferenciación». Destacan la reafirmación de la identidad de sus vinos, el cuidado del entorno y la modernización de las técnicas de cultivo como algunas de las señas definitorias de esta bodega centenaria.