Un estudio estadístico elaborado por la Consejería de Agricultura de La Rioja destaca los costes de producción del año pasado en 67 céntimos el kilo de uva tinta y 56 céntimos el kilo de uva blanca en vaso, mientras que en espaldera fueron de 68 céntimos la tinta y 55 céntimos la blanca. Por otro lado, destaca que el precio percibido por el viticultor ha sido de entre 62 y 67 céntimos/kilo la primera y entre 50 y 56 céntimos/kilo la segunda. Estas cifras ponen de manifiesto que a pesar del año complicado, las bodegas de Grupo Rioja cubrieron el coste efectivo de producción.

La asociación bodeguera Grupo Rioja quiere reiterar que sus bodegas han cumplido las directrices que marca la Ley de la Cadena Alimentaria, como siempre lo han hecho, incluso en un año tan complicado como fue 2020.

Tecnovino Grupo Rioja vinedo

La Consejería de Agricultura de La Rioja ha publicado un nuevo estudio, de carácter estadístico, sobre los costes de producción del año pasado, fijando en 67 céntimos el kilo de uva tinta y 56 céntimos el kilo de uva blanca en vaso, mientras que en espaldera son de 68 céntimos la tinta y 55 céntimos la blanca.

En relación con el estudio es necesario realizar dos precisiones relevantes: la primera es que las horas trabajadas por el viticultor y la mano de obra familiar están imputadas dentro de los costes, por lo que no se trata de su salario, sino del beneficio que le genera la actividad vitícola con carácter suplementario.

La segunda es que el estudio no recoge las ayudas que reciben los viticultores y que disminuyen sensiblemente el coste. Por ejemplo, sólo contemplando la ayuda de restructuración del viñedo, el coste del kilo de uva se reduciría al menos en 5 céntimos por kilo, que es necesario descontar para determinar el coste efectivo de producción.

Por tanto, según el observatorio elaborado por la Consejería que determina el precio percibido por el viticultor de entre 62 y 67 céntimos/kilo la primera y entre 50 y 56 céntimos/kilo la segunda, se confirma que las bodegas han cubierto el coste efectivo de producción en un año muy complicado, donde la mayor parte de la sociedad está sufriendo los efectos de la pandemia y son pocas las personas que han mantenido sus salarios o las empresas que no están dando pérdidas.

Este estudio viene, por tanto, a demostrar la falsedad de las declaraciones que han realizado algunas organizaciones agrarias, afirmando que las bodegas están pagando precios muy por debajo de los costes de producción.

Por otra parte, y como siempre ha defendido esta asociación, en este sector no tiene sentido medir la rentabilidad cada año sino tomando un periodo de, al menos, cuatro o cinco años. En ese periodo, el estudio recoge que el precio medio por kilo de uva en el periodo de 2015 a 2019 ha sido de 95,34 céntimos para la uva tinta y 74,45 céntimos para la blanca, lo que supone una rentabilidad media de más del 40% para los viticultores.

Esfuerzo por recuperar la rentabilidad

Grupo Rioja quiere recordar que la pandemia del COVID-19 ha impactado gravemente en las bodegas por los cierres de la hostelería, ya que es el canal en el que se comercializa más del 60% del vino de Rioja en el mercado nacional. El resultado es una caída del -8,4% en volumen sobre el año precedente, encadenando de esa forma tres años de caída de las ventas y una caída sensiblemente mayor en valor.

A pesar de ello y de que las necesidades de abastecimiento de las bodegas eran claramente inferiores en 2020, hicieron un gran esfuerzo para comprar las uvas de sus proveedores habituales, evitando que se queden en el campo con el consiguiente perjuicio económico para los viticultores.

Las bodegas de Grupo Rioja continuarán desplegando el gran esfuerzo comercial que están realizando para recuperar e incrementar las ventas en el menor plazo posible, con el fin de recuperar la rentabilidad para todo el sector que Rioja ha demostrado antes de la pandemia mundial.

Grupo Rioja es la principal asociación bodeguera de la Denominación, con más de 60 bodegas repartidas por las tres comunidades autónomas que la integran, que compran uva a más de 11.000 viticultores -de forma directa o indirecta a través de las cooperativas- y emplean a más de 2.700 personas en la zona de producción, representando conjuntamente más del 75% de la comercialización de Rioja.