Las nuevas generaciones viticultoras están siguiendo la tradición de sus antecesores en la viña. Rocío, como enóloga, y Mariluz, como responsable de marketing y enoturismo, son la quinta generación de la familia Tolosa dedicada al vino desde que su tatarabuelo José comenzó a plantar viñas en la zona de Casas Ibáñez, en la provincia de Albacete.
Los inicios de la bodega Vega Tolosa se remontan a las primeras viñas que de padres a hijos se han ido pasando en la familia hasta llegar a esta quinta generación. En 1980 comenzó su andadura como bodega, sin embargo, no fue hasta el 98 cuando empezaron a embotellar su propio vino con Juan Miguel y Emilio Tolosa al mando.
Ellos dos, junto al patriarca de la familia Juan José, han sido los que a lo largo de los años han ido dando forma a los vinos, a los viñedos y a la bodega hasta llegar al momento actual en el que ya estas dos jóvenes hermanas forman parte del día a día de la bodega.
Las mujeres siempre han tenido mucha voz y voto en esta familia, la abuela Mariluz fue una pionera en el sector del vino al formar parte de la organización y gestión de la bodega.
Vega Tolosa es una gran familia en la que todos aportan su sabiduría hasta llegar a Mariluz y Rocío que además de juventud, contribuyen con sus conocimientos, experiencia y mucha energía.
Viñedos en la DO Manchuela y viñas antiguas
La familia es propietaria de más de 300 hectáreas de viñedos en la Denominación de Origen Protegida Manchuela, de las cuales un 30 % están dedicados a la variedad tinta bobal, uva autóctona de esta zona de Albacete.
La bodega tiene la suerte de contar con las viñas más antiguas de la denominación, con algunas que pueden llegar a superar los 110 años aunque el registro vitícola confirme 80 años.
Rocío Tolosa, enóloga de la bodega junto a su padre Juan Miguel, explica que «es un orgullo contar con una familia que ha dedicado su vida al vino. Es una gran responsabilidad continuar con la herencia vinícola de mis abuelos y bisabuelos pero al mismo tiempo es un gran reto poner todo mi conocimiento para seguir elaborando vinos auténticos y diferentes».
Los viñedos de Vega Tolosa, que son ecológicos, están situados entre los valles de los ríos Júcar y Cabriel, zona declarada Reserva de la Biosfera, un lugar único de bosque mediterráneo con pinos, encinas, enebros, tomillos y romero que forman parte de este paisaje vinícola situado a 700 metros de altitud y que tiene como horizonte el Mediterráneo a tan solo 100 km.
Enoturismo con la bobal como seña de identidad
Teniendo como protagonista a la variedad bobal, Mariluz Tolosa, directora de enoturismo, ha creado actividades alrededor de esta uva para fomentar su conocimiento, su historia y mostrar sus particularidades.
Entre las actividades enoturísticas, promueven paseos en bici por el viñedo y alrededores. Además, cerca de la bodega se encuentra Alcalá del Júcar, uno de los pueblos más turísticos de Manchuela, conocido por su situación geográfica y por sus casas y cuevas.
En el apartado enoturístico Vega Tolosa tiene en cuenta además a los pequeños de las familias, ya que dispone de actividades para los niños, como juegos con los diferentes colores de los vinos y un panel de aromas para que aprendan a identificarlos.
Esta bodega, además de ofrecer catas de vinos, considera muy importante que el enoturista sienta el viñedo, la mejor forma de hacerlo es pisar el terreno y conocer bien la historia vinícola de Vega Tolosa de mano de su equipo.