Para dar respuesta a esta pregunta, el IRTA y la bodega Juvé & Camps se encuentran inmersos en la realización del estudio “Adaptación de la viticultura ecológica al cambio climático mediante indicadores bióticos y abióticos”, cuyo propósito es lograr nuevos procedimientos que permitan conseguir una producción de uva igual o superior a la actual pero con menos cantidad de agua.

Esta investigación, que se desarrolla en el marco del proyecto CIEN Globalviti, cuyo tema principal es afrontar el cambio climático, tiene como objetivo final desarrollar una serie de medidas agronómicas, en viña ecológica, para mantener o incrementar la producción y la calidad de la uva en condiciones de secano. Para ello, el IRTA, con la colaboración del Servicio Meteorológico de Cataluña, está analizando en detalle la evolución observada de la temperatura y la precipitación en la comarca, así como la evolución y frecuencia de los episodios de granizo y niebla. Posteriormente, se generarán escenarios climáticos para el siglo XXI, a muy alta resolución espacial, a partir de la regionalización estadística.

cambio climático
Imagen aérea en infrarojos de la finca de Juvé & Camps proporcionada por IRTA

También se está monitorizando la cantidad de agua existente en el suelo y el déficit de vapor de presión atmosférico, lo que servirá para sugerir y aplicar soluciones agronómicas relativas a la selección del material vegetal (porta injertos y variedades); la mejor ubicación para cada tipo de viña (cepa/uva/vino) en las nuevas plantaciones; el manejo de cubiertas verdes con la poda; la densidad adecuada de la plantación; la posible aplicación de riegos de apoyo/subsistencia, etc.

Esta iniciativa del IRTAJuvé & Camps resulta más necesaria que nunca ya que, según la Unió de Pagesos, la campaña de la vendimia de este año en Cataluña se ha saldado con una reducción del 29% en relación a 2016. Detrás de este descenso de la producción, están la falta de precipitaciones, que ha provocado un déficit de agua tanto en el suelo como a nivel atmosférico, y las altas temperaturas, que han incrementado la evapotranspiración y generado cambios en la fenología y el metabolismo de las viñas.