Ovlac, demuestra una vez más su capacidad de dar servicio al cliente, por muy voluminosas que sean sus exigencias. En esta ocasión, treinta máquinas Reptill han sido entregadas en tiempo récord, tan sólo cinco meses después de lanzar el primer diseño, a Armin Grassa de Domaine du Tariquet, el viñedo más grande de Francia.

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Parque de 30 máquinas Reptill de Ovlac

Este viñedo es el más grande de Francia con una producción de 9 millones de botellas en unas 1.125 ha de plantación. La mayoría de las cepas son blancas bajo la IGP (Indicación Geográfica Protegida) de “pays Côtes-de-Gascogne”. Los vinos, exportados al mundo entero, compiten en un nicho bien definido: el de la relación calidad-precio.
“Para tener una raíz de calidad constante, la viña debe evitar el estrés hídrico de verano”, comenta Armin Grassa, uno de los propietarios de este viñedo, y añade, “el laboreo que permite a las raíces de las cepas buscar su alimento a mayor profundidad es aquí la base”. Armin Grassa buscaba un apero único y polivalente. Este reto ha sido asumido por el especialista en laboreo Ovlac. A un primer prototipo de Reptill, que trabajó y convenció a finales del invierno, le siguieron 30 modelos idénticos que llegaron al viñedo a finales de la primavera.

Su originalidad reside en el paralelogramo hidráulico que une los brazos del descompactador

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El Reptill puede trabajar también de forma superficial como simple grada rápida

El Reptill se compone de una fila de discos dentados de 510 mm de diámetro, de una fila de brazos curvos de descompactador de 600 mm de despeje, de una segunda fila de discos, y termina con un rodillo que finaliza la labor y sirve como control de profundidad. Su originalidad reside en el paralelogramo hidráulico que une los brazos del descompactador al chasis. Jorge Calvo, principal dirigente de Ovlac, asegura que “desde la cabina del tractor podemos variar en continuo la profundidad de trabajo de los brazos, hasta el punto de elevarlos al máximo y anularlos en las ocasiones en las que su labor no sea precisa”. Es el caso de las pasadas de mantenimiento en las calles.
Armin Grassa se congratula de poder contar con un parque de 30 máquinas Reptill en un tiempo récord. Además, ve en estos aperos un doble interés “la velocidad de avance de un apero de discos permite cubrir cerca de 1.000 ha en el momento adecuado, en sólo una semana; además, simplificando nuestro parque de maquinaria, ganamos tiempo y economizamos en mantenimiento”, ha indicado.
Consulte las diferentes versiones de la máquina Reptill que ofrece el fabricante Ovlac.