Se trata de un un monovarietal homenaje a Javier Sanz que refleja la innovación y la sostenibilidad de la bodega. Javier Sanz Viticultor lleva cerca de dos décadas trabajando con la variedad tinta bruñal (originaria de los Arribes del Duero) en sus viñedos de La Seca.

Javier Sanz Paraje la Encina es el nuevo nombre con el que la bodega Javier Sanz Viticultor presenta su vino elaborado 100% con la variedad Bruñal. Este tinto es el resultado de una añada muy buena vendimiada a mano y en la que un cambio en el proceso de viticultura, concretamente en la poda, ha hecho posible mejorar la maduración del fruto y aumentar la calidad del vino.

Un monovarietal que sale al mercado tras pasar cuatro meses de crianza en barricas de roble francés en La Seca (Valladolid), donde ha adquirido aromas tostados y toques minerales que se integran a la perfección con la intensa fruta roja cuya elaboración pertenece a Vinos de la Tierra de Castilla y León.

Tecnovino Javier Sanz Viticultor Paraje la Encina 2020

Con este tinto 100% bruñal, Javier Sanz Viticultor pretende transmitir la innovación y la sostenibilidad de la bodega, que cuenta con más de 150 años de historia. En concreto, Paraje la Encina 2020 es un homenaje a Javier Sanz, cuarta generación al frente de la compañía familiar, y a su trayectoria como viticultor apostando por el estudio de la genética de uvas casi extintas y trabajando con variedades desconocidas.

Bruñal, una variedad de uva minoritaria

Javier Sanz Viticultor lleva cerca de dos décadas trabajando con la variedad tinta Bruñal en sus viñedos de La Seca, a pesar de ser originaria de los Arribes del Duero. La apuesta por estudiar variedades poco conocidas, o casi olvidadas, llevó a Javier Sanz a interesarse por esta zona de la provincia de Salamanca y enseguida se dio cuenta del gran potencial de esta uva.

De esta forma, se ha conseguido que la nueva añada de Javier Sanz Paraje la Encina, elaborada 100% con la Bruñal plantada en La Seca, muestre el máximo esplendor y las principales características de la variedad: aromas a fruta roja y color intenso.

Viticultura

Las uvas Bruñal con las que se elabora este vino, proceden de los Arribes del Duero, adaptadas al terruño de los viñedos de La Seca (Valladolid).

El suelo donde se encuentran estos viñedos está compuesto por terrenos pobres con superficie de cantos rodados y subsuelo arcilloso, factores que aportan al vino un toque mineral.

Clima

El clima es continental con inviernos muy fríos, lluvias durante la primavera y el otoño, y veranos con temperaturas diurnas muy altas y descensos de hasta 20 ºC durante la noche. Esta marcada continentalidad hace que las uvas retengan su acidez y los compuestos aromáticos que se desarrollan durante el día.

Elaboración

Cuando las uvas alcanzan su grado óptimo de madurez, se vendimian a mano y se realiza una primera selección de los racimos en el propio viñedo. Tras su despalillado, se encuban en depósitos de acero inoxidable, donde maceran con remontados periódicos para aumentar la riqueza fenólica y aromática del vino. Se produce la fermentación alcohólica a temperaturas controladas por debajo de 24ºC, y después el vino pasa a barricas de roble francés y americano donde realiza la fermentación maloláctica y se lleva a cabo la crianza del vino durante cuatro meses.

Notas de cata

  • En vista: color rojo picota, con ribetes amoratados, limpio y brillante.
  • En nariz: gran intensidad de frutas rojas, integrándose con el paso de tostado de la madera y toques muy minerales.
  • En boca: fresco, con una muy buena acidez que se integra desde el principio hasta el final. Un vino muy carnoso y goloso.

Maridaje

Recomiendan una temperatura de servicio: 14- 16 ºC y dicen que es un vino excelente para acompañar carnes a la brasa, embutidos, arroces condimentados y quesos de diferente tipo.

Ya están disponibles un total de 10.050 botellas, todas ellas numeradas, y en un formato estándar (750 ml.), que se pueden adquirir en los puntos habituales de venta y a través de la página web de la compañía por un precio de 12,50€.