Barcelona ha acogido el primer Simposium Internacional sobre la percepción de mineralidad en los vinos donde se ha concluido que el uso del término de mineral en los vinos es una realidad, pero ha de ser usado «con mucho criterio y raciocinio para que perdure en el tiempo y su valor cualitativo no se destruya».

Tecnovino simposio mineral en los vinosExcell Ibérica y Outlook Wine expusieron el pasado 26 de junio los resultados del primer estudio científico sobre la percepción de la «mineralidad» en los vinos con la participación de expertos de reputación internacional en la materia
Barcelona. En este estudio sobre el aspecto mineral en los vinos ambas empresas han invertido más de 50.000 euros. En el Simposio participaron brillantes expertos internacionales de la talla de Sarah Jane Evans MW (Master of Wine), Sam Harrop MW, el doctor Josep de Haro, el doctor y Catedrático Fernando Martínez de Toda, el doctor Antonio Palacios García y David Molina AIWS (Associate member of Institute of Wines & Spirits).
El estudio se centró en la necesidad de la industria del vino a escala global de encontrar respuestas científicas a un término totalmente ambiguo, poco definido y utilizado con demasiada generosidad, y a menudo con poco criterio. Durante el Simposio se desarrollaron varias temáticas inter-conectadas: cómo el Homo Sapiens interpreta las percepciones sensoriales a nivel fisiológico; se dio un repaso completo acerca del uso del término mineral en las catas y a nivel periodístico y comercial; cómo el suelo y el clima potencialmente pueden afectar a la percepción de la mineralidad en los vinos; el rol de los nutrientes del suelo en el viñedo y cómo la planta los absorbe y cómo los utiliza; así como las técnicas enológicas llevadas a cabo en bodega para exprimir al máximo el concepto mineral y cómo se puede enmascarar o potenciar la percepción mineral en los vinos. Finalmente, se expusieron los resultados del estudio científico y sus vínculos con la percepción de mineralidad a la hora de catar un vino.

La mineralidad en los vinos, un aspecto que ya es buscado intencionadamente, es un hecho real y si el mercado del vino sale beneficiado con él, es necesario encumbrarlo, pero con mucho criterio y raciocinio.

Se argumentaron como causas principales de dicha percepción los compuestos de síntesis orgánica gestados por la planta a nivel de metabolismo aéreo (hojas); la influencia del suelo, sobre todo a nivel de estructura, textura y capacidad de retención de agua, lo que puede motivar un estrés metabólico que influye rotundamente en el metabolismo global de la planta; el estado nutricional del mosto; la constitución en aminoácidos del mismo; las rectificaciones y tratamientos enológicos realizados en bodega; el gran impacto de las levaduras fermentativas en la percepción y las técnicas de elaboración, como la crianza sobre lías y la maceración pre-fermentativa. Por último, la posterior evolución de dichos compuestos durante la maduración y envejecimiento en depósitos, barricas y en botella. Estas son algunos de los puntos principales que se trataron y que se estiman son los principales factores responsables de la percepción olfativa «mineral» en los vinos.
Los ponentes (por orden de exposición en el Simposio) hicieron las siguientes afirmaciones:

  • David Molina: «El hombre siempre ha intervenido, incluso cuando no hace nada también interviene. Intervenir poco o mucho puede ser un concepto o una necesidad obligada».

 

  • Josep de Haro: «No hay 5 sentidos, hay más de 10; el hombre forma parte del Terroir moderno».

 

  • Sarah Jane Evans: «El consumidor final no conocedor prefiere sin duda vinos afrutados. El hedonista adora la mineralidad«.

 

  • Fernando de Toda: «La fuerza del terruño está en su forma y estructura física más que en su composición química. Los minerales del suelo no son la causa».

 

  • Sam Harrop: «Cómo se gestione la enología tiene mucho que ver con la percepción de la mineralidad».

 

  • Antonio Palacios: «No hay un único vínculo directo entre la percepción de mineralidad y la composición química del suelo. La mineralidad como término descriptivo existe, se trata de una traducción sensorial reconocible a partir de compuestos volátiles propios del vino, el origen es el metabolismo global de la planta a nivel de precursores y el resultado del metabolismo fermentativo».

 
Tras dichas conclusiones, los ponentes plantearon al público la siguiente cuestión: ¿necesita la industria del vino el término “mineral” para mantener un estatus de calidad superior? La mineralidad en los vinos, un aspecto que ya es buscado intencionadamente, es un hecho real y si el mercado del vino sale beneficiado con él, es necesario encumbrarlo, pero con mucho criterio y raciocinio para que perdure en el tiempo y su valor cualitativo no se destruya.
Outlook Wine y Excell Ibérica han sido los organizadores de este evento para presentar su estudio científico sobre la percepción de la mineralidad en los vinos. Outlook Wine es “The Barcelona Wine School”, una empresa creada y dirigida por David Molina hace más de diez años y avalada por la experiencia internacional de sus profesores, entre los que destacan Antonio Palacios, director de Excell-Ibérica, Ferran Centelles y Oriol Guevara. Se centra en la educación y también en la consultoría en el mundo del vino. Por su parte, Excell Ibérica es un laboratorio al servicio del sector vitivinícola que realiza análisis enológicos, controles de calidad del vino, de los cierres, etc.