Los vinos de La Palma se caracterizan por su singularidad, resultado de la combinación de factores geológicos, climáticos e históricos. Cultivadas en suelos volcánicos ricos en minerales, las variedades autóctonas de uva, como la malvasía y el listán negro, adquieren sabores y aromas únicos.

La isla de La Palma cuenta con suelo volcánico, dando lugar a vinos singulares. Una de las mayores características de la isla es su topografía irregular, lo que hace que los viñedos palmeros se encuentren en pequeñas superficies irregulares, normalmente en pendientes pronunciadas. Esas tierras han sido siempre de origen volcánico y, a diferencia de otros territorios, la vid palmera no proviene de injertos. De esta forma, el vino de la isla proviene de cepas que, en el caso de su vino más característico, el de malvasía, tienen más de 100 años de antigüedad.

Vinos palmeros: vinos con Denominación de Origen

Los vinos palmeros cuentan con Denominación de Origen desde hace más de 25 años, y han sido capaces de transmitir ese cuidado y esfuerzo de la tierra vinícola fuera de sus fronteras gracias a la particularidad de sus variedades autóctonas de uva. De esta forma, el listán negro, el albillo criollo, la malvasía o el sabro se constituyen como las mejores variedades, gracias a su facilidad para adaptarse a las condiciones de suelo y clima de la isla.

Tecnovino- Vino de suelos volcánicos

En La Palma, los vinos tienen un sabor único gracias a su envejecimiento en barricas de tea y al crecimiento de sus vides en tierras volcánicas. Son muchas las zonas de la isla donde se genera este producto por lo que, para descubrir ese lado de La Palma, lo mejor es acercarse a zonas como Puntallana, San Andrés y Sauces, Barlovento, Garafía, Puntagorda o Tijarafe.

En este enclave, existe la posibilidad de visitar las bodegas tradicionales palmeras, como, por ejemplo, las Bodegas Tamanca. Nacidas en 1996 como empresa familiar y ubicadas en el área de Cumbre Vieja, los vinos de Tamanca se caracterizan por ofrecer una variedad exquisita de blancos, tintos y malvasía. Además, cuentan con un restaurante en el que poder degustar recetas tradicionales que acompañan a la perfección los sabores del vino cosechado.

Otro ejemplo son las Bodegas Teneguía, ubicadas en el sur, en el área de Fuentecaliente, en el terreno del volcán Teneguía, que da nombre a la bodega. Sus 70 años de historia les ha permitido constituir más de 15 vinos diferentes. Como particularidad, dada su organización de cooperativa, las uvas con las que cosechan provienen de los diferentes asociados de todos los municipios de La Palma. Allí es posible tanto adquirir sus vinos, como acceder a una visita guiada para conocer la historia y el proceso.

Bodegas Tagalguén, que cuentan con D.O. La Palma, se ubica en Garafia, en el pueblo de Las Tricias. Una bodega al más puro estilo familiar que cuenta con vino ecológico y de alta calidad que se encuentra a 1.200 metros sobre el nivel del mar y está elaborado de manera puramente tradicional.

También ecológico es el vino de Victoria Torres. Elaborado también de manera artesanal, sus vinos se rigen por los criterios ecológicos en base a las leyes de la biodinámica, dando así un toque puramente manual. Ubicado en Fuencaliente, exporta su vino al resto de la península y a países del extranjero, como Japón.

La experiencia del vino palmero: Museo del Vino

El Museo del Vino, ubicado en Las Manchas, es el hogar en el que descubrir la historia de los vinos que se elaboran desde hace cinco siglos en la isla. Y es que, además de una exposición en la que poder descubrir las diferentes herramientas agrícolas de cultivo y recolección, también incluye información sobre zonas de cultivo, las distintas variedades de uva, así como las fases de elaboración. Asimismo, su ubicación permite al visitante descubrir un antiguo aljibe en donde se recogía el agua de lluvia para uso doméstico y algunas de las cepas más significativas de la isla. Para visitarlo, es posible acudir de lunes a viernes de 10:00 a 18:00 o sábados de 10:00 a 13:00.

La gastronomía también es uno de los pilares de la isla, por ello, cuenta con la marca Saborea La Palma, con el objetivo de promover y preservar la riqueza culinaria y gastronómica del territorio insular palmero, basada en la calidad del producto local, fresco y de calidad.

Con una superficie de 706 kilómetros cuadrados, La Palma cuenta con una amplia diversidad paisajística y climática y es conocida como la «Isla Bonita». Reúne excepcionales valores naturales que hacen de ella una isla fascinante con espectaculares paisajes que junto a sus vinos y gastronomía bien merecen una visita.