/p>>El acuerdo entre BCC y Bodegas Valdemar servirá para profundizar en la formación e investigación vinícola. Así Valdemar pasará a ser colaborador oficial de Basque Culinary Center tanto en el campo de la enseñanza como en la actividad de I+D.

Basque Culinary Center ha firmado un acuerdo con Bodegas Valdemar que le convierte en colaborador oficial y que tiene como objetivo consolidar el maridaje existente entre gastronomía y vino haciendo visible su unión como sector estratégico en alza, y que afecta tanto al campo de la formación como al de la investigación e innovación alimentaria.

Tecnovino convenio BCC y Bodegas Valdemar
En la imagen de izquierda a derecha Jesús Martínez Bujanda, presidente de Bodegas Valdemar; Ana Martínez Bujanda, directora de Marketing; Iñigo Clemente, director comercial de Basque Culinary Center; y Joxe Mari Aizega, director general de Basque Culinary Center.

De la misma manera en que la cocina ha evolucionado de una cocina tradicional a una moderna, transformando los restaurantes, la evolución del mundo del vino en los últimos años también ha sido espectacular, por lo que la formación en este ámbito es fundamental. Este es el motivo que lleva al Basque Culinary Center a centrar sus esfuerzos y estrechar colaboraciones con el sector vitivinícola.
El mundo del vino ha evolucionado en los últimos años, dando un giro de 180º, de ahí que la formación del alumnado en torno al sector vitivinícola, donde se adquiera un conocimiento exhaustivo del vino, se haya convertido en una tarea fundamental e inaplazable, al igual que ha ocurrido en el mundo de la cocina.
Con la firma de este convenio BCC y Bodegas Valdemar, la firma vinícola pasa a formar parte de un grupo de empresas que con su apoyo a esta institución pretenden colaborar en proyectos tanto de formación como de investigación y divulgación de la gastronomía y del mundo del vino.  Bodegas Valdemar cuenta con 125 años de historia, donde destaca la innovación en la elaboración de sus vinos como en el trabajo de campo. Muchos de sus vinos han sido claro ejemplo de este espíritu innovador como el primer blanco fermentado en barrica de Rioja o el primer reserva 100% Garnacha.