Las ediciones especiales que Mar de Frades lanza con cada nueva añada constituyen una forma diferente de disfrutar de este vino con el plus de que la botella cuenta con una imagen desarrollada por diseñadores del mundo de la moda.

El diseñador Lorenzo Caprile ha sido elegido por la bodega Mar de Frades para crear la décima Edición Limitada de su albariño. Así, la personalidad del diseñador se refleja a la perfección en esta etiqueta de inspiración barroca.

Fundada en 1987 en el Valle de Salnés, la bodega innovadora Mar de Frades ofrece vinos frescos, sabrosos y con aromas minerales y salados en su búsqueda continua de la máxima expresión del albariño. Con más de 60 hectáreas de viñedo en algunos de las mejores parcelas de los valles de Salnés y Ulla, y adquiere las uvas de más de 200 viticultores individuales, esto según explican desde la firma les convierte en uno de los viticultores más grandes del territorio.

Una botella que evoca el universo atlántico de Mar de Frades

La utilización del rojo, color característico de Caprile, en combinación con el azul de la botella de Mar de Frades, traslada a la fuerza de las olas, el universo atlántico de Mar de Frades. Sobre esta creación, el diseñador explica que quiere “que esta botella se convierta en un recuerdo, como un buen traje, que acompañe grandes momentos”.

Con este diseño para su última edición limitada, la bodega cierra una década de maridaje con el mundo del diseño y la moda. Desde 2012 nombres como Laura Ponte, Miguel Palacio, Alvarno, Jorge Vázquez, Duyos, Ana Locking, Agatha Ruiz de la Prada, The 2nd Skin Co. o Moisés Nieto, han sido los responsables de vestir a la icónica botella de Mar de Frades con una “segunda piel” para su edición limitada.

Notas de cata de Mar de Frades

Mar de Frades Albariño es un vino que envuelve con su frescor y su cuerpo, creando un equilibrio entre la delicada elegancia y el atractivo volumen.

Un vino luminoso, de color limón reluciente y reflejos destellantes de lima que invitan a descubrirlo. En nariz es vital e intenso, fruta jugosa (pera y albaricoque), flores blancas (gardenia) y frutas tropicales (lichi, piña) acogen delicados matices balsámicos y frescos.

En boca, es fluido y refrescante, al mismo tiempo que sabroso y enérgico, su acidez perfectamente trazada, evoca el paisaje gallego y le envuelve en una sensación salina y vibrante con un final consistente que perdura en el tiempo. Puro carácter atlántico entendido desde la expresión del albariño.

La botella, de 750 mililitros, se puede adquirir en la página web de la bodega a un precio de 17,35 euros por botella y a 15,62 euros por botella para socios.