Bodegas Barbadillo llega en esta vendimia a las 50 hectáreas, algunas en pagos históricos como Balbaína o Macharnudo. Algunas varietales blancas, como pedro ximénez o moscatel, además de cinco tipos de tintas, se suman a la uva palomino.

Bodegas Barbadillo continua con su apuesta por los vinos ecológicos aumentando su superficie de cultivo y las variedades de uva, tanto en la elaboración de blancos como en la de tintos.

Tras tres campañas en las que la bodega se ha metido de lleno en la uva palomino para la elaboración de vinos ecológicos, este año se suman otras siete varietales, generando una campaña en la que se vinificarán tres tipos de uvas blancas (moscatel y pedro ximénez, además de la propia palomino) y otras cinco tintas: tintilla, merlot, cabernet sauvignon, syrah y petit verdot.

Así, Barbadillo tiene un total de 50 hectáreas de viñedo en cultivo ecológico, divididas casi a la mitad entre viñedo propio y de propietarios externos vinculados a esta iniciativa. Las viñas de varietales blancas se sitúan en pagos históricos del Marco, caso de Balbaína, Macharnudo, Añina y Burujena, mientras que las tintas se reparten entre viñedos ubicados en las marismas y la sierra gaditana.

Sábalo y Patinegro

De esta forma, Bodegas Barbadillo prosigue en la creación de una línea de vinos ecológicos amplia, potente y atractiva, afianzando el camino iniciado en 2020 con Sábalo, al que luego se le sumó Patinegro.

Con estas nuevas variedades blancas y tintas se busca una campaña más completa para que salgan al mercado más marcas sumándose a las que ya han recibido el reconocimiento y el favor tanto del público como de los profesionales, con presencia en España y otros veinte mercados internacionales, en tiendas especializadas y restauración.

Estás incorporaciones a los vinos de su línea ecológica fortalecen la línea seguida por Barbadillo con ‘Sábalo’ y ‘Patinegro’, apoyando activamente la preservación del medio ambiente y la naturaleza de la costa de Cádiz, además de elaborar unos vinos exquisitos que aportan conocimiento sobre la zona tan especial de la que provienen y su perservación.

Los nombres de sus vinos tienen una curiosa relación. Sábalo se refiere a este pez tan numeroso en su día en las cuencas del Guadalquivir y el Guadalete, que hoy casi ha desaparecido. Con Patinegro, Barbadillo quiso centrar la atención sobre el chorlitejo patinegro, una pequeña ave costera que hoy en día está en peligro de extinción.

En línea con esta apuesta por los vinos ecológicos la preocupación medioambiental la firma este año ha logrado la certificación específica para el sector del vino en materia de sostenibilidad medioambiental, Wineries for Climate Protection.

Bodega Barbadillo, que celebró el año pasado su bicentenario, afianza así su apuesta por los vinos ecológicos, con su eslogan ‘Cielo, Tierra y Mar’.

Como curiosidad, está previsto que el primer tinto ecológico de la bodega –que se lanzará, con toda seguridad, ya en 2023– tenga como particularidad una ligera crianza en ánforas, con la que se pretende buscar “un perfil muy atlántico, muy marinero”.