La DO Montilla-Moriles, en Córdoba, ha comenzado la recolección de las primeras uvas de variedades blancas tempranas destinadas a la elaboración de vinos jóvenes sin crianza, lo que supone el inicio de la vendimia en toda Europa y les convierte en la primera de la zona en viñedos amparados por un sello y una marca de calidad.
La DO Montilla-Moriles ha dado a a conocer en un comunicado que las primeras parcelas cultivadas de variedades tempranas, concretamente Moscatel, han llegado a su madurez industrial con adelanto en relación a la campaña anterior, que se inició el 6 de agosto. Estas uvas se convertirán en vino a finales de septiembre, siendo Montilla-Moriles la única Denominación que puede conseguirlo.
La Denominación de Origen cordobesa espera un ligero descenso de la cosecha en relación a la anterior, que llegó a superar los 55 millones de kilos, si bien la calidad de la producción augura una «cosecha excelente» al llegar precedida de una climatología benigna y con escasa y localizada presencia de enfermedades y plagas. Esta campaña se espera recolectar en torno a un 20 por ciento menos de uva.
El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Montilla-Moriles aprobó el pasado martes las normas que regirán esta vendimia y que no suponen modificaciones relativas a las marcadas para la campaña anterior.
De esta manera, se espera que la vendimia, que supone el comienzo de la recogida de uva en la práctica totalidad del territorio Europeo, llegue «colmada de beneficios», con una producción de «magnífica calidad» para los agricultores y que pueda contribuir a elaborar vinos de «calidad superior con los que poder competir en el mercado en las mejores condiciones y llegar a situar a Montilla-Moriles en el panorama vitivinícola mundial como merece».
El presidente del Consejo Regulador, Javier Martín ha apuntado que va ser «una vendimia espléndida» e incidió en que «las circunstancias climatológicas son bastante favorables y las perspectivas, si seguimos insistiendo en la comercialización, son bastante óptimas».
La Denominación de Origen cordobesa espera un ligero descenso de la cosecha en relación a la anterior, que llegó a superar los 55 millones de kilos, si bien la calidad de la producción augura una «cosecha excelente» al llegar precedida de una climatología benigna y con escasa y localizada presencia de enfermedades y plagas. Esta campaña se espera recolectar en torno a un 20 por ciento menos de uva.
El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Montilla-Moriles aprobó el pasado martes las normas que regirán esta vendimia y que no suponen modificaciones relativas a las marcadas para la campaña anterior.De esta manera, se espera que la vendimia, que supone el comienzo de la recogida de uva en la práctica totalidad del territorio Europeo, llegue «colmada de beneficios», con una producción de «magnífica calidad» para los agricultores y que pueda contribuir a elaborar vinos de «calidad superior con los que poder competir en el mercado en las mejores condiciones y llegar a situar a Montilla-Moriles en el panorama vitivinícola mundial como merece».
El presidente del Consejo Regulador, Javier Martín ha apuntado que va ser «una vendimia espléndida» e incidió en que «las circunstancias climatológicas son bastante favorables y las perspectivas, si seguimos insistiendo en la comercialización, son bastante óptimas».
