Con esta decisión, la D.O.Ca. Rioja aumenta la visibilidad de estas unidades geográficas menores, impulsando definitivamente un desarrollo que ya comenzó en 1998, cuando se aprobó que los nombres de los municipios o las indicaciones de Rioja Alta, Rioja Alavesa o Rioja Baja aparecieran en el etiquetado de los vinos.

El pasado mes de agosto, tras un debate arduo y extenso, el Pleno del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada Rioja aprobó la puesta al día de la regulación de las indicaciones de «zona» (un cambio de nombre para las subzonas que expresa mejor la filosofía de lo que Rioja quiere transmitir) y «municipio o pueblo» con el objetivo de darles mayor visibilidad. Dichas indicaciones geográficas complementarán su tradicional  gama de vinos elaborados mediante ensamblaje de distintas procedencias.
D.O.Ca. RiojaCon esta nueva reglamentación, se regulan las situaciones en las que los elaboradores cultivan viñedos en localizaciones limítrofes, de manera que se permitirá la incorporación de hasta un 15% del volumen de uva en estas condiciones. El requisito será una vinculación prolongada del viñedo, que obedecerá a un proyecto permanente y evitará especulaciones. Este margen de tolerancia se enmarca en las posibilidades que ofrece la normativa comunitaria.
Otra de las novedades será el aumento de tamaño para la representación de los pueblos o de las ahora denominadas zonas en el etiquetado. Hasta ahora, el tamaño de estas indicaciones se limitaba como máximo a dos tercios del que tenía “Rioja”. Sin embargo, ahora se podrán representar en igualdad de condiciones con el único requisito de que no destaquen más que el nombre de la Denominación. Finalmente, los elaboradores de vinos de pueblo distinguirán estas marcas de otras.
Asimismo, el Pleno del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada Rioja se comprometió a promocionar estas nuevas indicaciones y acordó la constitución de una comisión cuyo propósito será pilotar la implementación de estos cambios y lograr el adecuado desarrollo de los mismos. Esta comisión está presidida por Ramón Emilio Muro Aguirrebeña, representante de las Cooperativas de Álava.

¿Rioja Oriental?

Por otro lado, en el mismo pleno se planteó la posibilidad de que la zona de «Rioja Baja» pase a llamarse «Rioja Oriental», un cambio de nombre cuya viabilidad legal y comercial se estudiará en los próximos meses. De esta manera, Rioja seguirá enriqueciendo su actual abanico de categorías e identificaciones dentro del proceso de mejora continua en el que está inmersa y cuya finalidad es reforzar su posicionamiento como una de las regiones referente del segmento de vinos de calidad en el mercado mundial.
El primer hito de esta nueva etapa de dinamismo de la D.O.Ca. Rioja, iniciada hace dos años, fue la revisión de las definiciones de sus categorías tradicionales Reserva y Gran Reserva con la determinación de un período mínimo de permanencia en botella en la primera, obligatorio desde el 1 de enero de 2019, y la flexibilización de uno de los años de envejecimiento en botella en la segunda, junto con la posibilidad de elaborar vinos monovarietales blancos a partir de cualquiera de las variedades autorizadas.
A esta primera decisión, le han seguido otras como la aprobación de la nueva indicación para vinos procedentes de «Viñedos Singulares», así como la regulación de la elaboración de vinos espumosos de calidad, que ahora se han completado con los «vinos de pueblo o municipio» y «de zona».