Coppereplace es una iniciativa que arrancó a finales de 2020 con el
objetivo de reducir el uso del cobre en viticultura, así como la búsqueda de productos y estrategias alternativas y sostenibles.

El proyecto internacional Coppereplace, liderado por la Plataforma Tecnológica del Vino y que ha contado con el trabajo de 13 socios procedentes de Francia, España y Portugal, concluye tras algo más de dos años de desarrollo con resultados resultados prometedores para la reducción del uso del cobre en viticultura.

Tecnovino- proyecto COPPEREPLACE, reducción del uso del cobre en viticultura

En el proyecto también ha participado Associaçao para o Desenvolvimento da Viticultura Duriense (ADVID/ CoLAB VINES&WINES), Institut Français de la Vigne et du Vin (IFV), Centro de Valorización Ambiental del Norte (CVAN), Universitat Politècnica de Catalunya (UPC-UMA), Vignerons Bio Nouvelle Aquitaine (SVBNA), Fundación EURECAT, Universidade do Porto (GreenUPorto), Universidad de Vigo, así como las bodegas Familia Torres, Jean Leon, Sogrape Vinhos y LBS (Gérard Bertrand).

Los resultados se presentaron en el marco de Vinseum. Un evento en el que cada uno de los seis paquetes técnicos de trabajo presentó sus resultados para, a continuación, dar lugar a un espacio de debate en el que se trató la posible continuidad del proyecto, su relevancia a nivel internacional y algunos aspectos normativos estratégicos para afrontar el futuro del uso del cobre en viticultura.

Productos alternativos al cobre y reducción de su uso

En este contexto, Caroline Gouttesoulard, investigadora en protección de la vid en el IFV, realizó la primera presentación sobre los ensayos técnicos realizados en el campo y en el laboratorio con el objetivo de evaluar productos alternativos al cobre como agente de control de las enfermedades de la vid. También mencionó que algunos de los productos que mejor respondieron fueron formulaciones alternativas al cobre, como el gluconato de cobre (Glucosei) y el sulfato tribásico (Vicure). Asimismo, aprovechó para declarar que es necesario continuar con el proyecto, destacando que «se necesita más tiempo y nuevas parcelas para comparar y tener datos más sólidos».

El proyecto Coppereplace también ha analizado un total de diez suelos diferentes en función de su del pH y contenido en materia orgánica. En esta línea, David Fernández, profesor de la Universidad de Vigo, entidad que ha estado al frente de esta actividad, explicó que, tras los ensayos, la vulnerabilidad de los suelos de viñedo a la contaminación con cobre aumenta al reducirse el pH del suelo y declaró que “por encima de pH7, los efectos del cobre sobre la biota del suelo se redujeron significativamente”. Asimismo, el uso de bioadsorbentes que incrementen el pH y contenido en carbono del suelo, pueden ayudar a reducir los impactos del Cu sobre la biota del suelo.

Por otro lado, Emilio Gil, catedrático en representación de la Universidad de Cataluña, ha liderado la actividad técnica centrada en la optimización de la distribución en spray de fitosanitarios concluyendo que el empleo de tecnologías innovadoras conjuntas (como el uso de mapas de vigor NDVI y las dosis variables según el desarrollo vegetativo de la planta o el empleo de microcápsulas), pueden ayudar a ahorrar producto (25%) y agua (20%) en las aplicaciones para el mismo nivel de control, lo que supondría un beneficio económico y ambiental.

Tras él, Antonio Graça, director de I+D+i de Sogrape Vinhos S.A., presentó la actividad «Desarrollo e implantación de un sistema de gestión integrada con dosis bajas o nulas de cobre, adaptado a las condiciones de cada cultivo». Graça subrayó que, aunque el cobre sigue siendo esencial para la protección de la vid, puede ser posible reducir su dosis, y el gluconato de cobre en asociación con aceite esencial de naranja mostró resultados prometedores en situaciones de presión moderada de mildiu. La presión de mildiu fue baja en los dos periodos en los que se desarrolló Coppereplace, por lo que los resultados de los ensayos no pueden extenderse a todos los escenarios climáticos, lo que refuerza la importancia del contexto a la hora de definir una estrategia de protección fitosanitaria.

Evaluación del impacto en la reducción del empleo del cobre

En último lugar, Cátia Santos, responsable del área de economía circular de ADVID, explicó cómo han liderado las actividades de evaluación del impacto económico, medioambiental y social de las nuevas técnicas de reducción del cobre en los viñedos. Para ello, se llevaron a cabo una serie de encuestas de las que se concluye que “con las nuevas tecnologías aplicadas se observa una optimización de la aplicación, menos pérdida de producto y menos contaminación”, añadiendo que la reducción del cobre se observó hasta en un 40% y podría llegar a un 60% con técnicas de precisión.

26 entidades, tres países y presupuesto del proyecto

La clausura del evento corrió a cargo de Mario de la Fuente, gerente de la Plataforma Tecnológica del Vino, quien puso en valor la red de conocimiento, que se ha creado alrededor de esta iniciativa dentro del sexto paquete de trabajo, y de la que forman parte un total de 26 entidades, de carácter técnico y político, de 3 países diferentes.

Coppereplace ha contado con un presupuesto de 1.638.340,72€ y ha recibido una financiación de 1.171.841,21€ por parte del Programa de Cooperación Territorial Europa Suroccidental (Interreg Sudoe), a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).