Familia Torres reduce las emisiones de CO2 por botella en todo su alcance en un 40% en 2024 respecto al 2008, cuando la bodega midió por primera vez su huella de carbono.
Según el balance del 2024 de las emisiones de Familia Torres, esta reducción es aún mayor, por lo que incluso roza el 60% si se consideran únicamente las emisiones directas (alcances 1 y 2), esto significa un gran paso en el camino hacia la descarbonización.
Desde 2008, con la implementación de su plan de acción climática Torres & Earth, la bodega ha invertido más de 23 millones de euros en medidas de adaptación, acciones de reducción de emisiones, gestión del agua y reforestación y más.
La bodega se ha propuesto para el 2040 ser una bodega de cero emisiones netas, por lo que una parte significativa de la inversión la ha destinado a la reducción de su huella de carbono, de modo que priorizarán proyectos relacionados con la autogeneración de energías renovables (la bodega del Penedès genera más de 50% de la energía gracias a las placas fotovoltaicas y la caldera de biomasa) y la promoción de la movilidad sostenible, por lo que promoverá el uso de vehículos híbridos y eléctricos y un tren eléctrico solar en su centro de visitas.
Soluciones que innovan
Entre las soluciones más innovadoras de la bodega con el fin de reducir sus emisiones en los últimos años, destacan la captura y reutilización de CO₂ que se genera en la fermentación del vino; una planta regeneradora de agua en la bodega, que permite reutilizar cerca de la mitad del agua de proceso depurada, y la implementación de la viticultura regenerativa en más de la mitad de sus 1.000 hectáreas ecológicas en Catalunya, lo que que mejora la calidad del suelo, la resiliencia del viñedo y su capacidad de absorber CO2 atmosférico.
Familia Torres ha intensificado sus esfuerzos por la urgencia de tomar cartas en el asunto acerca del cambio climático, es un modelo a seguir en la transformación del sector vitivinícola hacia un modelo más sostenible. Así, la bodega ha aumentado su reducción de emisiones de CO2 del 30% al 40% en tan solo 5 años.
Según Miguel A. Torres, presidente de Familia Torres: «No podemos detenernos, debemos seguir trabajando con determinación y con la vista puesta en la ambiciosa meta que nos hemos marcado para el futuro«.
El presidente de Familia Torres añade que «la apremiante necesidad de actuar frente a la crisis climática nos exige responsabilidad, compromiso y trabajar de manera colaborativa. Estoy convencido de que el vino puede convertirse en un símbolo de resiliencia en la lucha contra el cambio climático”.
Nuevas soluciones sostenibles para 2025
La bodega continúa su camino hacia su meta de descarbonización con nuevas iniciativas que buscan reducir especialmente las emisiones que provienen de sus proveedores, ya que éstas suponen alrededor del 90% de la huella de carbono de la bodega.
Así, prevé reducir las emisiones del transporte con la promoción del uso del tren para la distribución de sus vinos en Europa y la disminución del peso de las botellas con el uso de la botella más ligera del mercado, que pesa 300 gramos, para algunos de sus vinos.
En lo que a las emisiones directas respecta, Familia Torres instalará baterías de litio en su centro de visitas del Penedès y continuará extendiendo la viticultura regenerativa y plantará árboles para compensar parte de sus emisiones con recursos propios.
De este modo, también participará en proyectos de investigación con el objetivo de validar científicamente soluciones más sostenibles en viñedo y bodega, como el proyecto de agrovoltaica Solarwine o el de agroforestería Vitibosc.
Precisamente la firma es cofundadora de International Wineries for Climate Action, que impulsa la descarbonización del sector a nivel global, y de la Asociación de Viticultura Regenerativa, que promueve un cambio de paradigma en la gestión de los viñedos para convertirlos en sumideros de carbono.
