La instalación Galileo de la firma Enomet hace posible almacenar y recuperar el anhídrido carbónico que se genera en el proceso de fermentación del vino. Este sistema patentado tiene una indudable vertiente ecológica al evitar la contaminación del medio ambiente por reducción de gases de efecto invernadero, pero no solo eso, ya que al recuperar este gas permite su uso en otras fases del proceso de elaboración de vino.

Tecnovino Galileo Enomet recuperar anhidrido carbonico de la fermentacion del vinoGalileo es una instalación que ayuda en el trabajo de las bodegas. Su función: recuperar el anhídrido carbónico de la fermentación del vino, que por un lado beneficia el medio ambiente y por otro a las propias bodegas puesto que posibilita su reutilización en otros momentos de la producción.
Enomet, firma italiana que ha desarrollado Galileo detalla que «en el curso del proceso de la fermentación alcohólica se producen enormes cantidades de anhídrido carbónico (CO2). Para tener una idea de las cifras en juego basta con pensar que por cada litro de vino elaborado se originan 50 litros de anhídrido carbónico». Así que todo este gas se dispersa con las «evidentes consecuencias ecológicas y económicas«, añaden. La instalación Galileo, patentada, permite efectuar la recuperación de este anhídrido carbónico derivado de la fermentación.
Entre las ventajas de recuperar y reutilizar el anhídrido carbónico, Enomet señala las siguientes:

  • Mejor calidad de los vinos producidos.
  • Rápida recuperación de la inversión.
  • Usar el CO2 en bodega en otras fases de elaboración del vino.
  • Fácil instalación.
  • Apuesta ecológica.

Este desarrollo obtuvo un premio dentro del Concurso de Novedades Técnicas que otorga la organización de los salones Enomaq y Tecnovid que se celebraron el pasado mes de febrero de 2018 en Feria de Zaragoza.

Calidad y ahorro

Las prácticas enológicas modernas prevén la manipulación de las uvas, mostos y vinos en atmósfera inerte y avanzan hacia un uso creciente del anhídrido carbónico. El prensado en atmósfera inerte, la inertización de los recipientes de vino, las fases de embotellado y las prácticas modernas de maceración de los vinos tintos son ejemplos del uso extendido y costoso del dióxido de carbono en las bodegas. Por lo que poder contar con enormes cantidades de anhídrido carbónico en vendimia permite aplicarlo en distintas fases y contribuye al ahorro de costes bien por disponibilidad de gas a coste cero o bien por la eventual posibilidad de vender el gas producido.
«El bajo coste de la instalación de recuperación y la mejor calidad de los vinos conseguidos permiten una rápida amortización de los costes de la instalación», destacan desde Enomet.

¿Dónde utilizar el CO2 en bodega?

El anhídrido carbónico recuperado y almacenado a alta presión puede ser fácilmente utilizado para generar atmósfera inerte en las siguientes fases de elaboración:
• Inertización de las uvas.
• Estrujado y despalillado de las uvas.
Traslado del estrujado o despalillado hacia las prensas, maceradores o fermentadores.
Inertización de las prensas y las tinas de colección de los mostos.
Traslado en atmósfera inerte de los mostos de las prensas a los tanques de fermentación.
Inertización de todas las fases de trasvase de los mostos y de los vinos que se realizan durante la vendimia.

Tecnovino Galileo Enomet esquema fermentacion del vino
Detalle del esquema de una instalación de recuperación de CO2 e inertización de líneas de procesamiento: 01 tanques de fermentación / 02 Sistema Galileo / 03 Filtración / 04 Almacenamiento / 05 Tanque de recepción de uvas / 06 Despalilladora y bomba / 07 Prensa.

Facilidad de instalación y aspecto ecológico del proceso

Consiste en un dispositivo de captación del anhídrido carbónico que es instalado directamente sobre los tanques de fermentación y se adapta a cualquier sistema de vinificación. Galileo determina, de modo completamente automático, la recuperación del anhídrido carbónico y su almacenamiento en recipientes de alta presión. Un simple sistema de distribución que puede ser administrado en automático permite trasladar el anhídrido carbónico de los recipientes de alta presión hasta otros puntos donde se vaya a necesitar. Toda la instalación es realizada «llave en mano» por Enomet.
Enomet explica que el anhídrido carbónico que se produce en la fermentación «generalmente termina en la atmósfera y al mismo tiempo, cada vez un mayor número de empresas compran fuertes cantidades de anhídrido carbónico, en bombonas o bajo forma de hielo seco, para poder suministrarlo a las prácticas de inertización de los distintos procesos productivos». «Por lo que la reutilización del gas producido por la fermentación» añaden, «disminuye la cantidad de gas expulsado en la atmósfera, algo que supone un indudable beneficio ecológico».
Enomet Impianti s.r.l.   www.enomet.it/es