El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Vinos de Jerez y Manzanilla impulsará una campaña conmemorativa del 50 aniversario de la DO Manzanilla, que pondrá de relieve «la genuina identidad de esta joya de la enología«, según ha avanzado a través de un comunicado. Con la publicación oficial del Reglamento de la Denominación de Origen el 15 de diciembre de 1964 se acreditaba un proceso de elaboración «único» y unas circunstancias geográficas específicas que hacen de la Manzanilla el vino de una localidad, Sanlúcar de Barrameda (Cádiz); «un vino que no puede criarse en ningún otro lugar».

Tecnovino DO Manzanilla 50 aniversarioEnólogos, chefs, hosteleros y periodistas van a participar en los actos previstos por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Vinos de Jerez y Manzanilla para celebrar el aniversario de la DO Manzanilla. Entre ellos, la ceremonia oficial que tendrá lugar el 15 de diciembre en Sanlúcar de Barrameda, fecha en que se cumplen 50 años de la constitución de la Denominación de Origen.
Este evento vendrá precedido de otras acciones de difusión, como la edición de un embotellado conmemorativo para el que se han seleccionado dos manzanillas: una fina y una pasada.
La campaña incluye una producción audiovisual, «que enfatiza el carácter único de la Manzanilla, que será presentada ante autoridades y profesionales en la ceremonia del 15 de diciembre».
La conmemoración continuará en 2015 con actividades que implicarán a la ciudad de Sevilla, principal mercado de la Manzanilla y escaparate de este vino a nivel mundial.
Entre ellas destaca una gran muestra para profesionales en la que participarán todas las marcas de Manzanilla y que se celebrará en el mes de abril, coincidiendo «con la campaña más importante del año para las bodegas sanluqueñas».
Asimismo, Madrid, otra plaza fuerte para este vino, «acogerá una cata magistral durante la cumbre gastronómica Madrid Fusión, en la que participarán expertos de todo el territorio nacional», ha puntualizado en el mismo comunicado.
De los más de 9 millones y medio de botellas de Manzanilla comercializadas anualmente, más de un 90% tienen como destino el mercado nacional.

Un vino único

La Manzanilla es un vino especial, fruto de siglos de sabiduría y de tradición bodeguera sanluqueña y también de unas condiciones climatológicas que sólo se dan en Sanlúcar de Barrameda, explican desde el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Vinos de Jerez y Manzanilla . «Un cúmulo de factores especialísimos que le confieren una personalidad genuina y la diferencian del resto de vinos del Marco y, por supuesto, de cualquier vino del mundo».
Su crianza es dinámica por el tradicional sistema de solera y criaderas, exclusivo de esta región vitivinícola, favorece la aparición del velo de flor, uno de los mayores patrimonios de la enología universal. Y es precisamente el velo de flor, ese manto de levaduras que cubre al vino e interactúa con él durante su envejecimiento, el responsable del carácter único que distingue a la Manzanilla. Un velo de flor muy particular, fruto de las condiciones climáticas excepcionales de la localidad costera de Sanlúcar de Barrameda, que aporta a este vino matices únicos.

La manzanilla, un vino muy español

Este tipo de vino es mundialmente reconocido y embajador de nuestra tierra en los cinco continentes, dicen en el Consejo Regulador, «es, por encima de todo, un vino que ha conquistado durante siglos a los consumidores españoles. De los más de 9 millones y medio de botellas de Manzanilla comercializadas anualmente, más de un 90% tienen como destino el mercado nacional».
Y dice que está asociada comúnmente a la alegría y a los momentos de celebración, este vino singular, «de calidad excepcional, avalado por expertos y consumidores de todo el mundo. Su versatilidad y riqueza de matices ofrece un extensísimo abanico de posibilidades de combinación culinaria, de ahí su éxito en cualquier frente, desde al tapeo o junto a la alta cocina de vanguardia».
Concluye que como vino que debe su identidad al mar, «encuentra en él su perfecto compañero, pues no hay mejor armonía para pescados y mariscos, de ahí su éxito junto a platos marineros tradicionales de la cocina mediterránea».