Desde el eCommerce Vinissimus proponen sorprender con maridajes diferentes esta Navidad. Señalan que los vinos espumosos y generosos pueden ser los compañeros perfectos en las comidas y cenas navideñas, más allá de los clásicos blancos y tintos. Y que el postre y la sobremesa tampoco deben descuidarse: el Prosecco y el Porto son la elección perfecta para estos momentos.

Encontrar un buen vino que encaje a la perfección con los platos más típicos de Navidad a veces no es tan sencillo como parece. Según el primer “Barómetro del Consumo de Vino Online en España” elaborado por Vinissimus, el 93% de los españoles prefiere el vino tinto en invierno y, además, 3 de cada 10 se decanta por consumir vino en la cena. Esto podría darnos una pista sobre qué tipo de vino escoger para maridar el menú navideño.
Tecnovino maridajes diferentes Navidad Vinissimus
Sin embargo, aunque para muchos siempre quedará aquello del vino blanco para acompañar el pescado y el tinto para la carne, ¿por qué no atreverse con algo distinto para sorprender a los invitados estas fiestas?
Vinissimus, el eCommerce europeo de venta de vino online, propone arriesgar combinando algunos de los platos más populares de aquí y de allá con vinos sorprendentes de prácticamente cualquier rincón del mundo, y no únicamente blancos y tintos, sino también generosos o espumosos.

Aperitivos

Empezar con unos aperitivos o entrantes a base de pescado y marisco siempre es un acierto. Unos canapés de salmón con Chenin blanc (Domaine des Roches Neuves L’Insolite 2015, Francia), Sauvignon blanc (Te Mata Cape Crest Sauvignon Blanc 2017, Nueva Zelanda) o algún otro vino blanco de buena acidez pueden ser un acierto.
Para los más exquisitos, unas ostras con un Muscadet-Sèvre-et-Maine (Domaines Landron Clos la Carizière 2015, Francia), un Chablis (La Chablisienne Premier Cru Fourchaume 2016, Francia) o un buen Champagne Blanc de Blancs (Paul Goerg Blanc de Blancs, Francia) es la combinación ideal.
Después de la acidez de los blancos más tersos, se puede apostar por un cocktail de marisco con un riesling levemente dulce (Barzen Riesling Spätlese Feinherb 2016, Alemania) y acabar con unos wontons de cangrejo tomando un seductor Gewürztraminer alsaciano (Léon Beyer Gewürztraminer 2015, Francia).

Principales

Pasar directamente del pescado a la carne quizás resulte algo brusco, así que una buena opción puede ser apostar por un soufflé de queso maridado con un tinto suave como un Gamay (Domaine des Nugues Fleurie 2015, Francia), como punto intermedio.
Para los más carnívoros, escoger un rico jamón asado al horno con un zinfandel (Kenwood Jack London Zinfandel 2013, Estados Unidos) es una apuesta segura. Para aquellos que decidan incluir aves en su menú navideño, Vinissimus sugiere ganso o pato al horno con un tinto de Borgoña (Domaine Jean Grivot Bourgogne Pinot Noir 2014, Francia) o un buen Chianti Classico (Castellare Chianti Classico 2016, Italia).
Quien se decante por un costillar de ternera al horno, un Burdeos tinto (Château Potensac 2016, Francia) puede ser el compañero perfecto.
En cambio, para recetas más ligeras un Cabernet Sauvignon californiano (Francis Ford Coppola R & B Cabernet Sauvignon 2015, Estados Unidos) sería un gran acierto. Este vino también puede ser una combinación excepcional para recetas más intensas.
Para todos aquellos que sigan prefiriendo los vinos blancos en sus platos principales, acompañar el clásico pavo de Navidad con un buen Chardonnay con crianza (Errazuriz Aconcagua Costa Chardonnay 2016, Chile) es, igualmente, una opción fantástica.

Postres

Llegados al momento más dulce del menú, apostar por un buen Prosecco (Marsuret Prosecco Brut San Boldo, Italia) en compañía del ineludible panettone, antes de llegar al rey de las sobremesas más aristocráticas, el Porto, puede ser una gran opción.
El Porto es, sin duda, el rey de las sobremesas y acompañarlo con unos pasteles de Navidad, que adoran el Tawny Port (Noval Tawny Port, Portugal) es una elección que nunca falla.
Y terminar con un queso Stilton junto con un profundo Vintage Port (Noval Vintage Port Silval 2000, Portugal) puede resultar un último bocado sublime.